¿Tregua en la realeza?: el gesto del príncipe Harry que podría acercarlo nuevamente a su padre Carlos y su hermano William

Luego de años marcados por escándalos, tensiones públicas y una profunda fractura familiar, el príncipe Harry vuelve a estar en el centro de la escena.
Pero esta vez, no por nuevas críticas a la realeza, sino por un gesto que podría iniciar una etapa de diálogo y reconciliación con su padre, el rey Carlos III, y su hermano, el príncipe William.

Según reveló el diario británico Mail on Sunday, el duque de Sussex tiene la firme intención de invitar a ambos miembros de la familia real a la edición 2027 de los Juegos Invictus, la competencia internacional dedicada a veteranos de guerra con lesiones o enfermedades, creada por él mismo en 2014. Esta noticia fue rápidamente replicada por medios internacionales y argentinos.
Los Juegos, que fueron una de las principales causas personales de Harry desde que dejó sus funciones oficiales en la monarquía, podrían convertirse en el escenario de un reencuentro histórico.
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Desde su renuncia a la vida institucional en 2020 y su mudanza a California junto a su esposa Meghan Markle, no hubo ningún acercamiento público entre el príncipe y su familia directa.

A pesar de sus declaraciones críticas sobre el funcionamiento interno de la monarquía, Harry dejó entrever en varias ocasiones su deseo de reconciliación.
“Me encantaría reconciliarme con mi familia. La vida es demasiado corta para seguir peleando”, expresó en entrevistas previas.
Más allá del plano familiar, este posible encuentro tiene implicancias de peso para la institución monárquica. Con la salud del rey Carlos III bajo constante atención y la necesidad de revitalizar la imagen de la Corona frente a una sociedad cada vez más crítica, una muestra de unidad familiar tendría un fuerte impacto simbólico.
Para Harry, también se trataría de una oportunidad para recuperar parte de la legitimidad pública perdida tras sus explosivas declaraciones, entrevistas y publicaciones.

El año pasado, Harry regresó al Reino Unido con motivo del décimo aniversario de los Juegos Invictus, pero su visita pasó desapercibida al no reunirse con ningún miembro de su familia.