Ucrania agradeció que Donald Trump pida mano dura tras el brutal asesinato de una refugiada ucraniana en Estados Unidos
Una joven ucraniana, Irina Zarutska, fue asesinada de una puñalada en un tren, hecho que derivó en fuertes declaraciones de Donald Trump, quien calificó al agresor, Decarlos Brown, como un “animal” y exigió que sea condenado a muerte en un juicio inmediato.
Tras ello, el jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andrí Yermak, expresó su agradecimiento al mandatario estadounidense por pronunciarse sobre el crimen y por reclamar la máxima sanción contra el responsable, un delincuente con varios antecedentes.
“El presidente de Estados Unidos ha respondido con claridad a esta situación trágica. Ha prometido personalmente interesarse por el caso, y valoramos profundamente esta posición. Proteger la seguridad de cada persona es hoy más importante que nunca”, escribió el segundo de Zelenski en su cuenta de X.
Yermak dijo también que Irina Zarutska -el nombre de la joven ucraniana asesinada- no habría tenido que irse a vivir a EE.UU. de no haber sido por la invasión a gran escala de Ucrania a manos de Rusia que comenzó en febrero de 2022.
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“La guerra cambia destinos, por eso es tan importante pararla. La violencia no provocada es lo peor que puede hacer una persona. Los ucranianos saben bien adónde puede llevar, que es exactamente contra lo que luchamos”, escribió Yermak.
El crimen de Irina Zarutska
El 22 de agosto, Irina Zarutska, una ucraniana de 23 años que hacía tres que había llegado a Estados Unidos huyendo de la guerra, se subió al tren ligero de Charlotte que muchas noches tomaba para volver a casa al acabar su turno en una pizzería.
Según captaron las cámaras de seguridad del vagón, se acomodó en un asiento y se puso a mirar su teléfono dando la espalda a un afroamericano aposentado justo detrás, Decarlos Brown, un hombre de 34 años con un largo historial delictivo que incluye al menos 14 arrestos desde 2011 por agresión, robo a mano armada o allanamiento de vivienda.
Minutos después se ve como Brown saca del bolsillo una navaja plegable, la abre con parsimonia, se incorpora y apuñala tres veces, una de ellas en el cuello, a la mujer, que trata de protegerse con sus propios brazos y permanece, confusa y aterrorizada, en esa postura unos segundos mientras el agresor se aleja por el pasillo del tren. Poco después cae desplomada y desangrándose.