Entre amenazas y maniobras militares: China y Japón viven su mayor pico de tensión, con Taiwán en el ojo de la tormenta
Para comprender el conflicto existente entre China y Taiwán, que derivó en una tensión entre el gigante asiático y Japón; cabe repasar que Pekín considera a la isla -autogobernada desde 1949- como una parte inalienable de su territorio. Teniendo en cuenta esto, advirtió en repetidas ocasiones que no renunciará al uso de la fuerza para lograr la reunificación.
Taiwán, por su parte, sostiene que la República de China y la República Popular China “no están subordinadas entre sí”. La diferencia es que la primera es el gobierno nacionalista que se retiró a Taiwán tras el final de la guerra civil china en 1949, mientras que la segunda es el gobierno comunista establecido en el continente. Ambas reclaman ser el gobierno legítimo de toda China, lo que crea un conflicto geopolítico.
En este contexto es que aparece Japón, cuya primera ministra, Sanae Takaichi, afirmó que un ataque militar contra Taiwán podría poner a su país en una “situación de crisis” y justificar la actuación de sus Fuerzas de Autodefensa bajo el principio de “autodefensa colectiva”.
Japón reconoció a la República Popular de China como el único gobierno legítimo de China en un documento conjunto que se remonta a 1972, cuando ambos países normalizaron sus relaciones diplomáticas y Tokio rompió relaciones con Taiwán.
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Desde entonces, Tokio mantiene intercambios no gubernamentales con Taipéi. El primer ministro asesinado Shinzo Abe llegó a subrayar durante su mandato que una eventual invasión de la isla conllevaría una intervención nipona en el conflicto, en el marco del acuerdo de seguridad que une a Tokio con Estados Unidos y sus aliados.
Japón insiste en que su postura no varió y que cualquier disputa sobre Taiwán, autogobernada desde 1949, debe resolverse pacíficamente.
Por su parte, China advirtió a Japón de que cualquier intento de “interferir u obstaculizar” su objetivo de “reunificación nacional” con Taiwán “está condenado al fracaso”. Incluso, Pekín calificó esas palabras de “erróneas” y “extremadamente peligrosas”, convocó al embajador japonés en la capital y advirtió de que Tokio “pagará un precio doloroso” si interviene en el Estrecho.
Japón y China, entre aviones de combate y drones militares
Tokio insiste en que la estabilidad del estrecho de Taiwán es esencial para su seguridad nacional, mientras China subraya que la isla es “parte inalienable” de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para lograr la reunificación. Entre declaraciones picantes por esta contraposición de intereses, maniobras militares.
Japón envió aviones de combate tras detectar lo que identificó como un presunto dron de origen chino en las inmediaciones de su isla más meridional, en el contexto de un aumento de tensiones regionales derivadas del acoso de Beijing a la isla de Taiwán.

Por su parte, China realiza este lunes unas maniobras con fuego real en el mar Amarillo. Este tipo de ejercicios se volvieron frecuentes en los últimos años, pero su divulgación en los medios estatales chinos durante el fin de semana atrajo más atención debido al contexto diplomático actual. En días previos, un comentario del Diario del Ejército Popular, el principal medio de comunicación del Ejército chino, había advertido de que, en caso de una intervención japonesa en un conflicto en el Estrecho de Taiwán, “todo el país (Japón) correría el riesgo de convertirse en un campo de batalla”, aludiendo al uso dual de aeropuertos y puertos nipones en ejercicios recientes.
Las maniobras en el mar Amarillo se producen también en un año marcado por el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, un contexto en el que China intensificó la retórica en torno al pasado militar japonés y resaltó episodios históricos vinculados a la invasión nipona.
Intercambio de frases picantes entre China y Japón
“Si Japón se atreve a dar un paso en falso o incluso a intervenir por la fuerza en la situación en el Estrecho, chocará contra la muralla de acero del Ejército Popular de Liberación (Ejército chino), se golpeará la cabeza y pagará un precio doloroso”, afirmó el portavoz del Ministerio de Defensa chino, Jiang Bin.
El clima bilateral se vio también tensado por un mensaje publicado y luego eliminado por el cónsul chino en Osaka, Xue Jian, en el que instaba a “cortar la cabeza” de la primera ministra japonesa, lo que generó una protesta diplomática de Tokio.
Además, China emitió avisos pidiendo a sus ciudadanos evitar viajar a Japón alegando un deterioro del entorno de seguridad, al tiempo que cuentas en redes sociales vinculadas a medios estatales chinos avisaron de “contramedidas” y una potencial “suspensión de los intercambios intergubernamentales con Japón en los ámbitos económico, diplomático y militar”.













