Tras la victoria de Trump, crece la incertidumbre entre trabajadores indocumentados por deportaciones masivas en EEUU

Durante la campaña electoral que lo llevó de regreso a la Casa Blanca, Donald Trump prometió deportaciones masivas desde el primer día de su mandato, por lo que los trabajadores indocumentados temen que la promesa se cumpla y que miles terminen expulsados del país y separados de sus familias.
Sin embargo, los planes de deportaciones masivas del futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podrían tener un efecto devastador para la economía del país, debido al peso que los trabajadores indocumentados tienen para industrias como la construcción.

Centro de acogida de migrantes en Nueva York. Foto: Reuters.
Casi 30 millones de trabajadores en Estados Unidos son extranjeros, por lo que representan un 18% de la masa laboral. Sin embargo, por poner un dato, 1,5 millones de empleados en la construcción, son indocumentados. También hay que tener en cuenta que, solo en el estado de Nueva York, los trabajadores indocumentados pagan 13 mil millones de dólares anuales en impuestos. A nivel nacional, es de 59 mil millones.
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Además del millonario costo que le supondría al Gobierno y las dificultades técnicas para llevar a cabo esta labor, el país se enfrentaría a una recesión al perder a millones de trabajadores. El impacto negativo sería especialmente severo en California, Texas y Florida, estados que albergan casi la mitad de los inmigrantes indocumentados del país y donde uno de cada veinte residentes podría ser deportado.
Además del impacto económico, las deportaciones tendrían sobre todo repercusiones humanas: en Texas, unas 5,6 millones de personas viven en familias con "estatus mixto", donde al menos un miembro no es ciudadano estadounidense.
La cruzada de Donald Trump contra los migrantes
Pese a que su madre, Mary Anne MacLeod, nació en Escocia y viajó a Norteamérica para progresar, como millones de personas alrededor del mundo, Trump tiene la firme promesa de cortar con la entrada de migrantes que se terminan asentando en Estados Unidos.
Durante su primer mandato deportó a 1,5 millones de inmigrantes y, durante su segundo paso por la Casa Blanca, comandará un éxodo que se prevé aun más masivo.