Ciudad Evita: delincuente mantuvo de rehén a familia

El malviviente, de 19 años, era buscado por tres homicidios y tras un violento tiroteo con efectivos policiales que intentaron detenerlo, tomó como rehenes a tres personas en una vivienda de dicha localidad bonaerense. Tenía un chaleco antibalas y presentaba una herida en una de sus piernas.

Por Canal26

Martes 5 de Julio de 2011 - 00:00

Un joven tomó esta noche como rehén a una mujer cuando entró a una casa de un edificio de monoblocks de la localidad bonaerense de Ciudad Evita para refugiarse de la policía que había querido detenerlo por un homicidio.

Si bien el joven aseguró a la prensa que es "un pibito de 17", el fiscal de La Matanza Carlos Arribas aseguró que tiene 19 años y se llamaría "Nahuel González", aunque -aclaró- lo estaban tratando de certificar con sus huellas dactilares porque dio "tres nombres diferentes".

Según voceros policiales, el joven era conocido en la zona como "Chaki" o "Chuky", y estaba imputado por al menos un homicidio ocurrido hace dos semanas, aunque también tenia registros por crímenes como menor.

Lo cierto es que el delincuente dejó en claro que era devoto de "San la Muerte" y que no tenía miedo a morir.

De acuerdo a los voceros policiales y judiciales, la policía fue a detenerlo junto a dos cómplices, pero hubo un tiroteo porque los sospechosos se negaron a entregarse.

"Hubo procedimiento armado, dos menores fueron detenidos, con el secuestro de pistola 9 milímetros y una Magnum, y un tercero escapó y tomó de rehén a una señora", afirmó el comisario Sergio Bianchi, de la Departamental La Matanza.

El joven alcanzó a escapar, herido con un balazo en la pierna, y se atrincheró en un barrio de monoblocks en las calles 315 y 302 de Ciudad Evita, partido de La Matanza.

Si bien en un primer momento se informó que sus rehenes eran una mujer y sus dos hijos, cuando terminó el episodio, con la intervención del Grupo Halcón de la Policía Bonaerense, se supo que los menores no estaban en el lugar.

Finalmente el joven fue detenido, con una pistola 9 milímetros y un chaleco antibalas en su poder, mientras que la dueña de casa fue liberada ilesa.

Mientras duraba la toma de rehenes, el joven llamó por teléfono a una emisora y pidió hablar con los periodistas que estaban al aire, con el fin de obtener garantías para que no lo asesinaran.

"Que me den garantías. Tengo granadas. Si no, somos todos boleta acá", afirmó el delincuente, que se describió como "un pibito, de 17 años".

Incluso, pidió un remedio para la presión que necesitaba la mujer porque -dijo- "quiero tener a mis rehenes bien".

En la puerta lo esperaba un fiscal de La Matanza que había ordenado su detención y también su colega que estaba de turno.