El imponente Palacio de Basavilbaso, una joya arquitectónica porteña que no encuentra dueño
El Palacio de Basavilbaso, también conocido como Palacio Sastre Estrogamou, se destaca por su impactante y singular fachada que combina elementos clásicos y modernos, atrayendo miradas en el barrio de Retiro.
Sin embargo, a pesar de su imponente presencia y su estratégica ubicación a metros de la Plaza San Martín, la propiedad aún no encuentra un comprador. Su precio, que inicialmente era de u$s12.000.000, fue modificado con el pasar de los días, llegando a u$s10.000.000.
El Palacio Basabilvaso tiene pisos de roble. Foto: Instagram
Múltiples uso, ningún comprador
La majestuosa casona, ubicada en la calle Basavilbaso al 1200, se encuentra publicada en los principales portales inmobiliarios. Sus características la hacen apta para diferentes destinos, desde embajadas y hotelería hasta sede de empresas o una lujosa residencia particular.
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A pesar de estas atractivas opciones, el Palacio de Basavilbaso sigue sin dueño, reflejando los desafíos del mercado inmobiliario de lujo en Buenos Aires.
Cómo es la mansión de Retiro
La propiedad cuenta con una superficie total de 1.804 m2 y destaca por su elegancia arquitectónica. Sus 12 ambientes están decorados con detalles de lujo como escaleras de mármol, pisos de roble de Eslavonia y bronces originales. Además, dispone de un ascensor, dos terrazas transitables en la planta alta y un encantador patio-jardín.
La lujosa propiedad tiene 12 ambientes. Foto: Instagram
En la planta baja, la casona alberga una enorme sala de estar, rodeada por varias salas de living, comedor, sala de juego y billar. Una imponente escalera y un ascensor conectan con el primer piso, donde hay un imponente hall de distribución. Este nivel también cuenta con nueve habitaciones, cuatro baños y una amplia terraza con vistas al patio de ingreso.
pesar de que sus más de 14 herederos no lograron encontrar un comprador, la casona abrió sus puertas al público en diversas ocasiones. En 2015, fue sede de Casa FOA, en 2019 participó en la Noche de los Museos, y en varias oportunidades fue el escenario de fiestas y filmaciones, manteniendo viva su conexión con la historia y la cultura porteña.
