Naturaleza y paisajes increíbles cerca de la Ciudad: 3 reservas ecológicas a una hora de CABA para desconectar
No siempre hace falta hacer muchos kilómetros para cambiar de aire. A veces, lo que necesitamos está más cerca de lo que pensamos: un sendero rodeado de árboles, el canto de las aves y un poco de sol. Por suerte, cerca de la Ciudad de Buenos Aires hay varias reservas naturales donde se puede pasar el día, caminar, respirar hondo y volver a lo simple.
Más allá de la popular Reserva de la Costanera Sur, existen otras áreas protegidas que también brindan algo cada vez más difícil de encontrar en la ciudad: silencio, aire puro y una rica biodiversidad. Algunas son más conocidas, otras suelen pasar desapercibidas, pero todas tienen ese encanto especial que las hace únicas.
Para quienes buscan una escapada corta, sencilla y sin complicaciones, hay tres reservas naturales son una opción perfecta. No se necesita gastar mucho ni planear con anticipación: solo ganas de conectar con la naturaleza y disfrutar de un día distinto.
Parque Natural Municipal Ribera Norte - San Isidro
Ubicado en el Bajo de San Isidro, a pocos metros del río, este parque es uno de los secretos mejor guardados del norte del conurbano. Es una reserva ecológica municipal que protege un sector de bosque ribereño, uno de los ecosistemas más amenazados de la región. Tiene una superficie de 50 hectáreas y su riqueza natural es enorme.
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Se pueden ver más de 200 especies de aves, reptiles como tortugas y lagartos overos, mariposas, flores silvestres y árboles nativos como sauces criollos, talas y ceibos. El recorrido principal es un sendero donde hay miradores y bancos donde sentarse a disfrutar del paisaje. Ideal para una caminata corta, en familia o en modo contemplativo.
- Entrada gratuita. Abre todos los días, menos los lunes, de 9 a 17. Se suspende con lluvia.
Reserva Ecológica Lago Lugano - Villa Soldati
En el sur de la ciudad, más precisamente en Villa Soldati, se encuentra esta joyita verde poco conocida: la Reserva Ecológica Lago Lugano. Forma parte del Parque Roca y protege uno de los humedales urbanos más importantes de Buenos Aires. Si bien esta reserva es menos visitada, tiene su propio encanto.
Lo primero que llama la atención es el lago, rodeado de juncales, donde se pueden observar garzas, patos, gallaretas y otras aves migratorias. La reserva cuenta con senderos de tierra y pasarelas elevadas, además de miradores con buena vista al agua. Es un lugar muy tranquilo, ideal para quienes quieren caminar sin ruido de autos y en contacto con la fauna local.
- Entrada libre. Abre de martes a viernes de 10 a 17. Sábados, domingos y feriados, 9 a 18.
Reserva Natural del Pilar
A solo una hora de la ciudad, la Reserva Natural del Pilar es una de las mejores opciones para una salida de día completo. Ubicada junto al río Luján, este espacio de conservación protege humedales, pastizales y montes nativos del ecosistema pampeano. Su extensión, de unas 297 hectáreas, permite desconectar totalmente del ritmo urbano.
Tiene varios senderos señalizados, algunos de ellos con pasarelas de madera que permiten recorrer el humedal sin dañarlo. También hay miradores, zonas para picnic y cartelería interpretativa que explica la flora, la fauna y la importancia ecológica del lugar. Es común ver aves como carpinteros, chajás, teros y chimangos, y con algo de suerte, algún carpincho o coipo en las orillas del río. Además, el espacio cuenta con guías voluntarios y actividades educativas los fines de semana.
- Entrada gratuita. Abre todos los días de 9 a 18. Conviene consultar en redes sociales antes de ir, ya que puede cerrar por mal tiempo.
Antes de salir, no hay que olvidarse de llevar repelente, protector solar, gorra y suficiente agua fresca. Además, una vianda liviana o algún snack harán que el día sea más agradable. En todas estas reservas está prohibido ingresar con mascotas, encender fuego o dejar basura. Son espacios para disfrutar de la naturaleza, pero también para proteger y cuidar entre todos.
