Un hospedaje lleno de historia: la experiencia de dormir en vagones de tren reciclados en el campo y disfrutar de una escapada distinta
A pocos kilómetros de Buenos Aires, dos antiguos vagones de tren fueron transformados en alojamientos únicos, rodeados de naturaleza y actividades para desconectarse y vivir un fin de semana diferente.

Se acercan los días lindos y un fin de semana largo, y muchas personas ya comienzan a buscar escapadas. Pero más allá de las clásicas vacaciones en la playa, hay opciones que llaman aún más la atención, combinando mística y aventura, como por ejemplo, dormir en un vagón de tren reciclado en medio del campo.
Para quienes buscan experiencias originales y cercanas, Bavio es un destino ideal. Este paraje, ubicado en el partido de Magdalena, ofrece una oportunidad única: alojarse en antiguos vagones de tren reciclados y vivir un fin de semana diferente.
Bartolomé Bavio, también conocido como General Mansilla, es un pintoresco paraje rural a apenas 90 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Con pocas calles, conserva la esencia de los pueblos bonaerenses y refleja su historia ligada al ferrocarril.

Hoy, Bavio propone una experiencia turística distinta: en una estancia de 21 hectáreas, dos antiguos vagones fueron transformados en completos alojamientos, con dormitorios, cocina, baño y galería. El complejo, denominado Los Dos Vagones, es perfecto para quienes buscan desconectarse en un entorno tranquilo, rodeado de historia y naturaleza.
La historia de los vagones que se encuentran en el complejo
“Fuimos reales y originales vagones de carga de ferrocarril, hechos de dura madera de lapacho y fuerte esqueleto de hierro. Sabíamos mucho de vías y de gente, de idas y venidas, de encuentros y despedidas; recorrimos los rieles de la provincia de Buenos Aires transportando diversos elementos, además de recuerdos y también esperanzas”.

“Creamos pueblos, los vimos crecer al son de nuestro ritmo, le imprimimos nuestra magia y ahora, pasado tanto tiempo, estamos viejitos, orgullosos y felices de poder brindarle regocijo e ilusiones también a nuestros huéspedes de hoy día, quienes nos eligen por lo que fuimos y por lo que ahora somos”, detallan en la página web, dando a conocer una parte de su gran historia.
Un destino que sorprende: 21 hectáreas, bosques y lagunas
Los Dos Vagones ofrece alojamiento en dos vagones reciclados, un mini vagón y un loft, en medio de 21 hectáreas para disfrutar de la naturaleza. El predio cuenta con una laguna con muelle y bote, bosque añoso, monte frutal y un amplio parque ideal para parejas, grupos de amigos o familias de adultos. Además, se pueden utilizar salones y una carpa para eventos, todo atendido por sus dueños y abierto durante todo el año.

Entre las actividades y comodidades disponibles se encuentran sectores con parrillas, mobiliario de exterior con reposeras y sombrillas, dos piscinas habilitadas a partir de fines de noviembre, un salón de juegos con ping pong, pool profesional, jenga gigante y otros juegos de mesa.
También hay facilidades para deportes como fútbol, básquet, vóley, paleta y sapo, animales de granja, caballos, senderos para recorrer el bosque y un mini gym para quienes quieren mantenerse activos durante la estadía.

Cómo llegar al complejo Los Dos Vagones
El lugar se encuentra en una zona rural, a 22 km de Bavio, partido de Magdalena, a solo 100 km de la Ciudad de Buenos Aires y a 50 km de La Plata. Se puede llegar en vehículo propio o en micro desde Buenos Aires vía La Plata. Para quienes llegan en micro, hay servicio de traslado hasta el campo, que se encuentra a 3 km de la Ruta 36.
Qué hacer durante la escapada
En los alrededores del complejo Los Dos Vagones, hay lugares que valen la pena visitar:
- Conocer Bavio: la estación de tren y la parroquia del pueblo datan de fines del siglo XIX y conservan todo el encanto de aquella época. Para quienes quieran disfrutar de la gastronomía local, una opción clásica es El Quincho de Simurro, donde conviene reservar con anticipación.
- Albalana: muy cerca se encuentra esta chacra que produce quesos de oveja de manera artesanal, ideales para los amantes de los sabores tradicionales.
- Magdalena: recorrer su casco histórico es como hacer un viaje en el tiempo, entre antiguas casonas, plazas y edificios que reflejan más de un siglo de historia de la región.
- Reserva El Destino: con 500 hectáreas dedicadas a la preservación de flora y fauna autóctona, es el lugar perfecto para los que buscan contacto con la naturaleza. Cuenta con senderos para caminatas, avistaje de aves, safaris fotográficos con entrada paga y un acceso al Río de la Plata con vistas impresionantes. También es posible alquilar caballos, hacer cabalgatas o pescar. Entre su biodiversidad se destacan ombúes, coronillos, ceibos y sauces, además de carpinchos, ranas y una gran variedad de aves.
- Atalaya: ideal para una escapada cultural, con su parroquia histórica y la tradición de comparsas de carnaval que animan al pueblo.
- Parque Costero del Sur: declarado Reserva Mundial de la Biósfera, ofrece un entorno único de flora y fauna ribereña, perfecto para recorrer con calma y disfrutar del contacto con la naturaleza.



















