La histórica y saludable infusión africana de origen ancestral que tiene múltiples beneficios

El histórico té rojo que solo se cultiva en África. Foto: Unsplash.

Antes de llegar a América, Asia y Europa, este té rojo ya formaba parte de la vida cotidiana de los habitantes de África. Se trata del rooibos, que significa "arbusto rojo", y solo se cultiva en Cederberg, al noreste de Ciudad del Cabo.

Entre suelos arenosos y un clima semiárido, crece el Aspalathus linearis, una planta silvestre de espinas verdes que en primavera florece con pequeñas flores amarillas. Las ramas jóvenes se cosechan, se cortan, se exprimen y se fermentan.

Rooibos significa "arbusto rojo" en afrikáans. Foto: Unsplash.

El proceso mencionado activa los compuestos antioxidantes que le dan su característico color rojo y sus propiedades terapéuticas. Luego, se seca al sol, tamiza y finalmente se pasteuriza antes del envasado.

Entre sus virtudes más destacadas, se encuentra su capacidad para aliviar cólicos, calmar erupciones cutáneas, favorecer el sueño y reducir inflamaciones. Según investigaciones, contribuye a la salud cardíaca y metabólica.

El rooibos solo se cultiva en la región del Cederberg, Ciudad del Cabo. Foto: Unsplash.

A pesar de múltiples intentos, nadie logró cultivarlo con éxito fuera de Cederberg. Cualquier rooibos legítimo que se encuentre en comercios de productos naturales, herboristerías o supermercados proviene de dicha región.

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El histórico y silencioso origen del rooibos

La tradición oral cuenta que los pueblos Khoi y San fueron los primeros en cosechar las ramas, fermentarlas y secarlas al sol para preparar esta infusión. Asimismo, la aplicaban sobre la piel como ungüento antiinflamatorio o rejuvenecedor, mezclada con grasa animal.

La industria europea adoptó ese conocimiento y lo convirtió en un negocio internacional sin reconocer ni incluir a sus verdaderos creadores en la cadena de valor, silenciando durante décadas, el verdadero origen del rooibos.

Los pueblos Khoi y San fueron los primeros en cosechar las ramas del rooibos. Foto: Unsplash.

Sin embargo, después de mucho tiempo, las comunidades indígenas sudafricanas fueron reconocidas formalmente como guardianas de la tradición del rooibos en 2018. Finalmente, en 2022, recibieron su primer pago de compensación por parte del Consejo del Rooibos.

En 2021, la Unión Europea (UE) lo incluyó en su registro de Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), una distinción que lo coloca en la misma categoría que, por ejemplo, el champán o queso parmesano.