Llanto en el mundo del folklore: a los 82 años, murió uno de los pianistas referentes de la música popular

El mundo de la música quedó conmocionado por la noticia que se dio a conocer durante el sábado 15 de noviembre: murió uno de los artistas referentes de la cultura popular que incursionó en géneros como el folklore, tango, jazz, entre otros. El pianista tenía 82 años y perdió la vida tras batallar contra una dura enfermedad.
Murió un prestigioso artista argentino que incursionó en el folklore, el tango y el jazz
Se trata de Sergio Muriel, quien dejó una huella imborrable en el ambiente artístico con foco en el género del jazz -llegó a tocar con Chick Corea-, pero incursionó en matices populares como el folklore y el tango. Según se supo, el músico había sido diagnosticado de cáncer y estaba internado en una clínica de la localidad puntana de Villa Mercedes debido a su enfermedad.

Muriel vivió y trabajó en España, Qatar, India y Brasil, entre otros lugares. Fue un músico muy respetado y querido por sus colegas y horas antes de morir, recibió un reconocimiento especial como “Personalidad Destacada de la Cultura” por parte del Senado de la Nación.
“El profesor Sergio Muriel es, desde hace décadas, una de las presencias más queridas y respetadas del ambiente musical de San Luis. Pianista de sensibilidad profunda y docente de vocación genuina, ha acompañado el crecimiento artístico de generaciones de estudiantes, siempre desde la paciencia, la escucha y esa calidez tan propia que lo distingue. San Luis encuentra en él a un verdadero referente artístico y a un ser humano excepcional”, destacó senadora nacional Ivanna Arrascaeta.
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Sergio Muriel: folklore, tango, jazz y una carrera marcada por la diversidad musical
Muriel nació en febrero de 1943 en Buenos Aires, pero se crio en Villa Mercedes. Su madre, oriunda de San Luis, y su padre sanjuanino, le regalaron un piano de cola en su niñez, instrumento sobre el que “inventaba obras” hasta que aprendió formalmente que eso se llama improvisar. Desde muy joven combinó estilos: estudió música clásica, pero también se adentró en el jazz, el folklore, el tango y ritmos centroamericanos, reflejando así su versatilidad como músico.
Durante su carrera, Muriel dejó una marca internacional. Vivió en Europa entre 1970 y 1990, recorrió varios países con el grupo Los Wawancó, y compartió escenario con figuras de renombre como Chick Corea, Miles Davis, Dyango y otros. También grabó en Buenos Aires y participó como sesionista, dejando su sello en álbumes de distintos géneros.
Además de su faceta como intérprete, Muriel fue docente de vocación: se recibió como profesor superior de teoría, piano, solfeo y danzas folklóricas, y a lo largo de su vida enseñó a numerosas generaciones. Su forma de educar combinaba técnica con calidez humana.
El estilo de Muriel era una fusión de raíces y exploración: conjugaba su identidad puntana con una búsqueda existencial. Según él mismo dijo, el jazz fue clave en su vida porque “es el único estilo que exige improvisar”. Esa capacidad de vivir la música con libertad lo llevó a formar parte de la escena local y nacional, donde se lo reconocía no solo como músico destacado, sino como “referente artístico y ser humano excepcional” en San Luis.

En las semanas anteriores a su muerte, la comunidad musical de San Luis lo homenajeó con un evento con más de 60 artistas locales que repitió su importancia como maestro y figura inspiradora. Además, su legado perdurará en diversos elogios públicos recogidos tras su partida, ya que tanto colegas como seguidores de su música lo despidieron con pesar mediante las redes sociales.



















