Con Air, por el aire

Lo que podría haber sido el anuncio de una bella azafata ante un inminente despegue aéreo generó, desde las 21:04 del pasado sábado, una sensación de seguridad en quienes se acercaron al predio de Costanera Sur. Sí, de seguridad: la certeza de entrar en un viaje, un trip electro psicodélico flashero en el que por 90 minutos el dúo francés nos sumió y paseó dando vueltas por el universo de su mágica música. Y a la luz de la Luna luego de una jornada a pleno Sol con "Aire a la Sombra del Arbol". Por Sergio Corpacci

Por Canal26

Martes 12 de Octubre de 2010 - 00:00

Cerca de las nueve de la noche el aire helado que comenzó a dominar el ambiente del predio de la Costanera Sur dejaba atrás una jormada pletórica de sol, concientización ecológica regada de música indie, algunas exquisiteces vegetarianas y unas cuantas bicicletas para pedalear un ostensible descuento. Cuánto de compromiso, cuánto de snobismo hubo o habrá en la propuesta nunca lo sabremos. Y tampoco lo develará una crónica más de un show que a la postre no iba ser uno más.

Porque si bien el género ni la banda ni el público dan para el extásis, el aire helado era sólo climático porque el dúo francés integrado por Nicolás Godin y Jran Benoit Dunckel más el apoyo de Alex Thomas en batería comenzó a extasiar de entrada al abrir su set sónico, más digno para un teatro que para el aire libre, pero la consigna es la consigna y lo que ves es lo que hay. O lo que hubo para ser más precisos.

Y lo que hubo fue un viaje cósmico, espacial y especial para aquellos que iniciamos este siglo dando vueltas por el universo con "Moon Safari", su disco más emblemático, aquel de la instrumental e hipnótica "La Femme D´Argent" y de la celebrada “Sexi Boy” en un cierre sublime que si bien satisfizo cual frutilla del postre también nos dejó algo de manija.

Una hora y media aérea en las que también hubo tiempo para algunas palabras en forzado castellano de Godin - “disculpen hablo poca español” se sinceró – un vocoder que desde una de las pantallas agradecía con un cibérnetico “muchas gracias” y cero demagogia y alusiones en cuanto a endulzarnos los oídos con lo gran público que somos y menos que menos eso de andar disfrazándose con la camiseta de una selección que promete más que lo que gana.

Así, entre sonidos minimalistas, colgados, una psicodelia digna para condimentar con humos dulces en un predio a medio llenar (dato curioso para una banda de los kilates de Air con entradas a 100 pesos o 20 menos con bici en mano y piernas) los franceses recorrieron su breve pero respetada discrografía.

Colgaron nuestra mente de una soga con "Cherry Blossom Girl" entonada solo con silbidos acompañado de una pantalla abigarrada de picodélicos colores, presentaron “Love 2” del que extasiaron con "Do The Joy", "Love", "Missing the Light of Day", "Tropical Disease", "Be a Bee" y "Heaven´s Light" para los bises que bien podría haber mutado en bis y regalarnos una más que no jodemos más, porqué no "Playground Love" de la banda de sonido de “Vírgenes suicidas” película de culto de Sofía Coppola. A falta de ella, los clásicos "Remember", "Talisman" y "Kelly Watch the Stars!". Y Bon Apettit.

Cerca de las 23.30 cuando el aire se tornaba aún más gélido en esta desconcertante primavera, el vuelo aéreo de los Air, rasante ya, llegaba a su fin. Con los franceses agitando la manito, saludando con elegancia, dejando un soplo en el corazón, de esos que no hacen daño.

Una bocanada, un impulso para encarar la salida y porque no la vida misma con más Aire.

Ya sea Bajo la Sombra del Arbol o a la luz de esa luna que como el show iba quedando atrás.

Por Sergio Corpacci