Ecológico y biodegradable: cómo utilizar la yerba usada en las macetas

La yerba mate es mucho más que el ingrediente para la bebida símbolo de la cultura argentina, sino que, además, puede ser reutilizada e incluso darle una segunda vida útil antes de que termine en la basura. Una de las formas más originales y ecológicas de reutilizarla es realizar macetas de yerba para que los nutrientes esenciales ingresen a la planta.
¿Por qué es tan efectivo? La yerba mate contiene fósforo y nitrógeno, dos nutrientes clave que favorecen el crecimiento y desarrollo de las plantas. Al utilizarlas, se reducen los residuos orgánicos, nutre los cultivos y es una alternativa sustentable al abono para las flores y plantas.

Paso a paso: cómo preparar una maceta ecológica con yerba mate usada
Una forma creativa y sustentable de reutilizar la yerba del mate es darle una nueva vida como recipiente para tus plantas. Con unos pocos materiales y algo de paciencia, podés crear tu propio contenedor ecológico para plantas pequeñas.
Materiales
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- Yerba mate usada (seca y húmeda)
- 2 tazas de harina
- 2 tazas de agua
- Un chorrito de vinagre (para prevenir hongos)
- Moldes (pueden ser latas, compoteras o cualquier recipiente)
- Papel film
- Guantes para amasar
- Bonus track: podés usar los restos de yerba de tus mates diarios. Asegurate de secar una parte al sol para lograr una mejor consistencia.

Cómo hacer tu maceta de yerba mate
Juntá la yerba y separá una parte para dejarla secar al sol y mantené otra húmeda: ambas se usarán en diferentes etapas de la mezcla. En una olla, mezclá la harina con el agua de a poco hasta obtener una pasta homogénea. Llevá la mezcla al fuego y revolvé hasta que espese. Agregá un chorrito de vinagre para evitar la aparición de hongos.
Con el engrudo aún caliente, incorporá primero la yerba húmeda para bajar la temperatura y empezá a amasar con guantes. Luego agregá la yerba seca de a poco hasta formar una masa compacta y moldeable.
Después, forrá el molde elegido con papel film. Colocá la masa de yerba en la base y subí por los costados, presionando bien para que las paredes queden gruesas y firmes. Ubicá la maceta al sol durante un día. Una vez seca, retirala del molde y quitá el papel film. Dala vuelta para que termine de secarse por completo: notarás que adquiere un tono más claro y firmeza.
Por último, con un clavo o una herramienta fina, hacé un agujero en la base para que el agua pueda drenar y no dañe las raíces de la planta.


















