La megaconstrucción de China que podría revolucionar el futuro comercial y marítimo a nivel mundial

El Canal de Pinglu, China. Foto: Icebook.

Desde hace muchos años, China es un país que sorprende al mundo entero por sus megaproyectos. Ahora, la nación asiática pretende rediseñar las rutas del comercio mundial desde su propio territorio con una infraestructura que recorre cientos de kilómetros para agilizar el transporte comercial.

El Canal de Pinglu, que se encuentra en pleno desarrollo, se perfila como una de las apuestas más audaces de China en materia de comercio y transporte. Este futuro canal busca enlazar el río Yu, situado en la región continental, con el Golfo de Tonkin, en el mar de China Meridional.

Comercio marítimo en China. Foto: Reuters.

Si bien la totalidad de la longitud de la obra será de 134 kilómetros, solo una pequeña parte corresponde a un canal totalmente nuevo. El restante consiste en la adaptación y transformación de cauces que ya existen para permitir la navegación de grandes embarcaciones.

El objetivo primordial es agilizar el transporte de mercancías hacia los puertos marítimos del sur del país, reduciendo hasta 560 kilómetros que normalmente se recorren por carretera. Este ahorro representa una revolución logística con efectos directos en los costos del transporte y los tiempos de entrega.

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Tecnología de vanguardia en el Canal de Pinglu

El diseño del Canal de Pinglu fue concebido con una tecnología altamente avanzada que permitirá el tránsito de barcos de hasta 5.000 toneladas, los cuales serán capaces de navegar a través de un sistema de esclusas que sortearán desniveles de hasta 65 metros.

El megaproyecto del Canal de Pinglu. Foto: Xataka.

Una de las características más impresionantes del proyecto es el volumen de tierra que debe removerse para completar la obra: más de 339 millones de metros cúbicos, una cantidad tres veces superior a la que se necesitó para levantar la simbólica presa de las Tres Gargantas.

Además del objetivo comercial y logístico, el canal servirá a fines ambientales y sociales, debido a que reducirá el uso de transporte terrestre (con el consiguiente beneficio para la huella de carbono), permitirá una mejor gestión del agua y contribuirá a prevenir inundaciones en la región.

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Admiración y preocupación

A pesar de los beneficios económicos y logísticos que representa, diferentes especialistas expresaron su preocupación por el impacto ambiental que podría tener la obra, especialmente en ecosistemas delicados como manglares y zonas costeras.

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Por su parte, el gobierno chino está convencido que este tipo de megaproyecto es clave para afianzar su papel protagónico como superpotencia comercial y dejar claras sus intenciones comerciales a nivel mundial.