Mario Quintana, el "todopoderoso" ante las vacaciones de Macri y Peña

El vicejefe de Gabinete fue quien, con el presidente y el jefe de Gabinete de vacaciones, tuvo la responsabilidad de llevar adelante la gestión de la administración nacional junto a su coequiper, Gustavo Lopetegui.
Mario Quintana
Mario Quintana

Mario Quintana, vicejefe de Gabinete, fue quien, con el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, de vacaciones, tuvo la responsabilidad de llevar adelante la gestión de la administración nacional junto a su coequiper, Gustavo Lopetegui.

Siempre, a la hora de describir las decisiones que toma, habla de trabajo en equipo. "Todos los procesos decisorios son grupales", repiten a su lado, aunque la gravitación de Quintana en la cúpula de poder que construyó el macrismo es cada día mayor.

En estos días de calor intenso en la ciudad se refugió en su despacho, situado en el primer piso de la Casa Rosada. Desde ahí monitoreó cada paso que dio el Gobierno. Siempre en contacto con Macri y Peña.

Su obsesión es la pobreza. Lo define como un problema "omnipresente". Y, pese a las predicciones de la gran mayoría de los especialistas, está convencido de que este año será muy bueno para la Argentina. Ante su equipo hace números y cuestiona a los que se quejan de la inflación que arrojó 2017, de 24,8%.

"Nadie dice que ahí hay por lo menos 5% de la recomposición de los servicios públicos; sin eso la inflación no sería mayor al 16%", se lamenta en la intimidad de su despacho. En el plan del Gobierno esa recomposición finaliza este año, por eso la expectativa en el futuro.

Junto a Lopetegui se dividieron el control de los 22 ministerios, 13 organismos descentralizados y 16 empresas en las que el Estado es accionista principal. Y para que no haya dudas de lo que representan para el funcionamiento del Gobierno, Macri se encargó de dejarlo claro en más de una oportunidad. "Ellos son mis ojos y mi inteligencia y cuando ellos piden algo lo estoy pidiendo yo", los definió el Presidente. Así, junto con Peña, forman el tridente en el que el jefe del Estado deposita su confianza.

Respetado, temido y odiado, Quintana tiene una forma de conducción que genera admiración, pero también le suma enemigos; sobre todo fuera de la Casa Rosada.

Aquellos que acompañan a Macri desde sus comienzos en el territorio porteño hacen una comparación con el estilo de construcción de poder similar al que tenía Horacio Rodríguez Larreta cuando era jefe de Gabinete porteño.

Dentro de la Casa de Gobierno nadie se atreve a cuestionarlo y los que conviven con él diariamente no dudan en calificarlo como "brillante". Quintana no se detiene ante las críticas y los elogios. "Las cosas pueden salir bien o mal, pero nunca va a negociar la actitud", explicaron cerca del secretario de Coordinación Interministerial.

Este lunes Macri y Peña regresarán de sus vacaciones en el sur y Uruguay, respectivamente, y el funcionamiento del Gobierno volverá a la normalidad. Ya no será el "todopoderoso" de la Casa Rosada. Quintana no se hace cargo de esos calificativos; los considera "una moda a la que no hay que darle bola".