Aranguren desconfía de sí mismo y de Macri: entonces, ¿cómo confiamos en él?

El ministro de Energía Juan José Aranguren provocó una verdadera revolución en el seno mismo del Gobierno argentino encabezado por Mauricio Macri.
Pese a que no fueron pocos los que se alegraban por tener en el gabinete a un ministro frontal y sincero, también es cierto que muchos se sobresaltaron con sus recientes declaraciones sobre sus fondos en el exterior.
Lo que tampoco muchos se esperaban eran sus propias palabras, y eso de que "cuando uno se quema con leche, ve una vaca y llora", tras lo cual sostuvo que "cuando vuelva la confianza en la Argentina, veré de repatriar los fondos que tengo en el exterior".
Si de confianza se trata, resulta francamente incomprensible creerle a Aranguren. El ministro pide confianza a los argentinos para creer en el país y las inversiones que están por llegar, pero al mismo tiempo es él quien desconfía del Gobierno que integra.
También podría interesarte
Su argumento y su manera de expresarlo no sólo ofreció una imagen muy pobre de la Argentina como país en el exterior (también fronteras adentro), sino fundamentalmente de su propio gobierno: es que no caben dudas de que lo que dijo Aranguren es lisa y llanamente que no confía en la Argentina de Macri.
equivalió a decir que no está seguro de que Macri vaya a lograr encaminar a Argentina en la senda del capitalismo serio y predecible, donde uno pone su plata en el banco o la invierte en alguna actividad y nadie se la saca cambiando las reglas de juego, ni le prohíbe moverla a otro destino con cepos ni nada parecido; puede que en un par de años volvemos a las andadas y los intentos hechos en esta etapa sean recordados como otro efímero experimento para hacer de este país lo que no es.
Posteriormente y una vez que la polémica ya estaba desatada, el ministro que tiene sus millones en el exterior trató de invertir el argumento y explicó vanamente que afuera "hay confianza en Macri, pero dudas sobre la Argentina".
Como fuera, resulta muy difícil, por no decir imposible, creerle a Aranguren cuando ni él mismo cree en la política del Gobierno que lo tiene como uno de sus más importantes ministros.