Postales mediterráneas cerca de Buenos Aires: el destino turístico que se ganó el apodo de "la Santorini argentina"
En pleno corazón del Valle de Paravachasca, y a apenas 40 kilómetros de la ciudad de Córdoba, un complejo turístico logró destacarse por una combinación tan original como encantadora: una arquitectura inspirada en las islas griegas y una ubicación privilegiada entre sierras, vegetación autóctona y el cauce del río Anisacate.
Soles Blancos, como se denomina este proyecto turístico ubicado en La Serranita, no tardó en ganarse el apodo de “la Santorini argentina”, y tiene sentido. Con muros blancos, senderos curvos, terrazas elevadas y detalles arquitectónicos, este rincón cordobés logra transportar al visitante a un paisaje que parece salido de Grecia.
El complejo fue diseñado para ofrecer una experiencia integral de descanso. Las instalaciones incluyen piletas al aire libre, un spa completo, jacuzzi con vista panorámica, salones de uso común con juegos, y hasta un quincho equipado con asador y horno chileno.
Cada espacio fue pensado no solo desde la comodidad, sino también desde lo estético, con esculturas y elementos decorativos que convierten al predio en una suerte de galería al aire libre.
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La luminosidad de sus construcciones, el contraste con el verde serrano y la cercanía del río componen una postal que atrae tanto a parejas en busca de una escapada romántica como a grupos de amigos o viajeros solitarios que buscan tranquilidad y un entorno visualmente atractivo.
Además de su propuesta visual, Soles Blancos destaca por su ubicación estratégica. Al estar tan cerca de la capital cordobesa, se convierte en una alternativa accesible para quienes buscan un cambio de aire sin tener que emprender un viaje largo.
Esto lo posiciona como uno de los destinos predilectos dentro del turismo de cercanía, una tendencia en crecimiento desde la pandemia. La “Santorini argentina” existe, y está mucho más cerca de lo que parece.
En un país con gran diversidad de paisajes, este enclave serrano sorprende por ofrecer una experiencia distinta: una combinación de naturaleza, arte y estilo europeo que logra deslumbrar desde el primer momento. Por este motivo, Soles Blancos se convirtió en una de las escapadas favoritas del centro del país, y su apodo no parece exagerado.
