El pueblo costero que soñaba con ser Mar del Plata y hoy es sinónimo de tranquilidad: un lugar mágico a 4 horas de CABA rodeado de naturaleza plena
Aunque “La Feliz” suele ser uno de los destinos más elegidos para las vacaciones, la Costa Atlántica guarda lugares secretos donde el mar y la naturaleza se encuentran en su máximo esplendor, creando un entorno privilegiado para desconectar. Lo que hoy es un sitio tranquilo, en otra época prometía convertirse en una gran ciudad. Esta es la historia detrás de este curioso paraje.

Al momento de planear las vacaciones, Mar del Plata suele ser uno de los destinos más elegidos gracias a la vibra única que transmite la gran ciudad. Sin embargo, si se buscan playas tranquilas y paisajes hermosos, la Costa Atlántica ofrece opciones que van mucho más allá. Particularmente, hay un lugar de paz absoluta que es perfecto para desconectar de verdad.
Mar del Sur es un pueblo balneario ubicado en la Costa Atlántica que se encuentra a menos de 20 kilómetros de Miramar y a 60 km de Mar del Plata y posee una historia muy particular. Pero eso no es todo, sino que, además, el lugar reúne una belleza inigualable y una tranquilidad absoluta.

¿Por qué Mar del Sur no se convirtió en una gran ciudad?
Sus comienzos se remontan al año 1834, cuando la familia Otamendi adquiere doce leguas cuadradas, incluyendo el territorio que actualmente ocupa el Partido de General Alvarado. Hacia 1880 comienza a nacer la idea de crear un pueblo balneario que se transforme en el “gran Balneario Argentino”. Para ubicar el mejor lugar de la Costa Atlántica, se contrató a técnicos alemanes, dando como resultado la actual zona de Mar del Sur.

Seducido con la idea de crear el gran balneario, un año más tarde Fernando Otamendi lotea sus tierras ubicadas al sur del Arroyo La Carolina. Funda así el pueblo de Boulevard Atlántico, al lado de Mar del Sur, que con el tiempo tomará su nombre. Allí se construye un gran hotel de estilo francés, siendo uno de los primeros catalogados “de lujo” en el país que trajo una gran cantidad de turistas de diferentes naciones.

El Hotel Boulevard Atlántico, fue fundado en 1888 con un estilo europeo neoclásico y con aproximadamente 90 habitaciones. Actualmente, sigue existiendo, pero en estado deteriorado, por lo que en el último tiempo se comenzaron actividades de restauración para devolverle la vida al viejo y famoso hotel.
La ciudad no se convirtió en un balneario similar al de Mar del Plata debido a que cuando se tenía proyectado hacer llegar el ferrocarril hasta esta localidad se produjo la gran crisis nacional del año 1890 durante la presidencia de Juárez Celman. Por esa razón, el tren llegó solo hasta Miramar y Mar del Sur quedó en una situación geográficamente desfavorable.

La tenebrosa historia que esconde el Hotel Boulevard Atlántico
Cuenta la leyenda que en 1891, un grupo de colonos judíos llegó hasta este lugar. En su primera noche hubo vientos muy fuertes y sin tener dónde ir, fueron a parar al hotel. Todo terminó en tragedia porque se reportaron varias muertes, cuyos cadáveres fueron llevados al sótano del establecimiento donde estuvieron diez días. Este tiempo fue suficiente para que naciera la leyenda de fantasmas que cientos de huéspedes aseguraron ver y escuchar en los pasillos del Boulevard Atlántico.

En 1993, el edificio neoclásico cerró sus puertas por problemas de mantenimiento, principalmente porque se produjo un incendio en la cocina. Allí, fue usurpado por un grupo de mafiosos, que desmantelaron el hotel y fueron vendiendo sus partes.
Más tarde, se resolvió la titularidad y quedó en manos de Eduardo Gamba, quien fue pareja de la heredera del inmueble. El habitante mantuvo vivo el lugar con visitas guiadas, reseñas históricas y relatos fantásticos. Hace un par de años se lo reconoció dueño y enseguida lo vendió.

Desde ese entonces, hubo varios intentos por reabrirlo, pero todo quedó en el olvido. Sin embargo, hace un tiempo, empezó la restauración del hotel, que ya está finalizada, y a más de 130 años de su construcción, la legendaria construcción volvió, por el momento, con una oferta gastronómica para el verano.
















