Así es la lujosa estancia patagónica que eligió Máxima Zorreguieta para pasar Año Nuevo con su familia
El hotel boutique, ubicado a 75 kilómetros de Bariloche, ofrece cinco suites, gastronomía regional y actividades al aire libre en un entorno de absoluta privacidad.

Una vez más, la Patagonia argentina se convirtió en el refugio elegido por Máxima Zorreguieta para despedir el año. La reina de los Países Bajos arribó al sur del país junto a su esposo, el rey Guillermo Alejandro, y sus hijas Catalina, Alexia y Ariane, para instalarse en la Estancia Pilpilcurá, una exclusiva propiedad familiar con descanso, privacidad y un fuerte vínculo personal con la región.
El viaje se concretó luego de una breve estadía en El Calafate y reafirma una tradición que la familia real neerlandesa sostiene desde hace varios años: celebrar las fiestas lejos de Europa y del protocolo oficial, en un entorno natural y con perfil bajo. En esta oportunidad, Máxima también estuvo acompañada por su madre, María del Carmen Cerruti Carricart, una presencia habitual en sus visitas al país.

De acuerdo con información consignada por medios locales, la familia real llegó en un vuelo privado al aeropuerto Teniente Luis Candelaria el viernes 26 de diciembre, pasadas las 14 horas, en medio de un discreto pero amplio operativo de seguridad. Desde allí, se trasladaron por vía terrestre a la estancia, ubicada a unos 75 kilómetros de San Carlos de Bariloche, en una zona de acceso restringido que garantiza total intimidad.
La Estancia Pilpilcurá es un complejo turístico de alto nivel emplazado sobre un extenso predio de 3.000 hectáreas. Se trata de un hotel boutique de carácter íntimo, con apenas cinco suites, diseñadas para ofrecer vistas privilegiadas al río y a las montañas patagónicas. El entorno se completa con jardines cuidados, flores autóctonas y árboles frutales, en una propuesta que prioriza el contacto con la naturaleza y el confort.

Uno de los principales distintivos del lugar es su cocina patagónica, basada en productos de la huerta propia y en elaboraciones artesanales. Desayunos con repostería casera, dulces regionales y jugos naturales forman parte de una oferta gastronómica que busca resaltar los sabores locales.
“Excelente cocina patagónica, calidez, confort y atención personalizada hacen de Estancia Pilpilcurá el lugar ideal para vivir la naturaleza de la Patagonia”, destaca la reseña institucional del establecimiento.

Además del descanso, la estancia ofrece una amplia variedad de actividades al aire libre, entre ellas pesca con mosca, cabalgatas, trekking y visitas guiadas a cuevas con pinturas rupestres, un atractivo que conecta el turismo con el patrimonio histórico y cultural de la región. La producción ganadera propia refuerza, además, la impronta tradicional del lugar.
Desde que Máxima Zorreguieta adquirió la propiedad en 2009, se llevaron adelante importantes mejoras, incluyendo trabajos de optimización acústica en las suites, con el objetivo de garantizar la máxima privacidad.

La discreción es, de hecho, una constante en cada visita de la reina al sur argentino. En años anteriores fue vista recorriendo localidades como Villa La Angostura sin custodia visible y compartiendo momentos en restaurantes y comercios locales.
Incluso, la estancia supo recibir visitas de alto perfil: en 2016, el entonces presidente Mauricio Macri y su familia se alojaron en el mismo lugar, reforzando el carácter exclusivo del complejo.

Así, entre lujo, tradición patagónica y un profundo lazo personal con el sur argentino, Máxima Zorreguieta vuelve a elegir la Patagonia como escenario para despedir el año, lejos de las obligaciones oficiales y cerca de sus raíces.



















