Boca busca revancha ante Bayern Múnich en el Mundial de Clubes: así fue "el robo del siglo XXI" en la Copa Intercontinental 2001

El Mundial de Clubes 2025 ya puso primera en una fecha marcada por cruces emocionantes entre equipos de todo el mundo. Uno de los grandes protagonistas fue Boca Juniors, que le jugó de igual a igual al Benfica e ilusionó al pueblo "Xeneize" de cara a la segunda jornada del Grupo C, en la cual que deberá enfrentar nada menos que al Bayern Múnich, un viejo conocido que despierta sed de venganza.
Corría el año 2001 y el "Xeneize" traía en su espalda la Copa Libertadores de ese y el año anterior, así como la Copa Intercontinental del 2000, tras ganarla nada menos que contra el Real Madrid.

Los dirigidos por Carlos Bianchi buscaban ser bicampeones del mundo. En frente estaba el poderoso gigante alemán que contaba con nombres destacados como Oliver Kahn, el ghanés Kuffour, los franceses Sagnol y Lizarazua los brasileños Paulo Sergio y Elber y al peruano Claudio Pizarro.
Así como la final del 2000 fue dirigida por el colombiano Óscar Ruiz, para la Intercontinental de 2001 la FIFA decidió que el árbitro sea europeo. Ahí es donde aparece el "villano" de esta historia: el danés Kim Nielsen, quien sería recordado por ser el artífice del "robo del siglo XXI".
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La polémica final entre Boca y Bayern Múnich
El partido fue parejo y no abundaron las chances de gol. Una de las jugadas más recordadas estuvo en los pies de Marcelo Delgado, uno de los protagonistas del encuentro en Tokio. Guillermo Barros Schelotto le robó la pelota a Kuffor y dejó al "Chelo" solo frente al arquero rival, pero no estuvo fino y su clásico "tres dedos" salió desviado.

En la previa se había hablado de la tendencia de los argentinos para exagerar las faltas y de la "enemistad" del juez danés hacia los futbolistas argentinos. Fue en por ello que llegaría la noche negra para Delgado.
Nielsen ya lo había amonestado por patear después de haber cobrado offside. Minutos más tarde, sobre el final del primer tiempo y tras un gran pase de Juan Román Riquelme, el "Chelo" tiró larga la pelota ante la salida de Kahn y simuló una falta que no existió, por lo que vio la doble amarilla y, por ende, la roja.
Ese fue el punto de inflexión en el partido. Boca aguantó todo el segundo tiempo con 10 jugadores ante un Bayern que era dominador, pero sin crear grandes situaciones de gol.
Con el transcurso de los minutos, las polémicas siguieron y quedó demostrado que Nielsen no medía con la misma vara las acciones de ambos equipos. Sobre la mitad del complemento, Paulo Sergio chocó muy duro a Riquelme: plancha abajo y codazo arriba en la cara, jugada que ameritaba la expulsión del brasileño, que ni siquiera vio la tarjeta amarilla.
Llegando al final del tiempo reglamentario, Guillermo recibió un codazo en la cara que hizo estallar a todo el banco "Xeneize", en una clara reacción de impotencia por la inclinación de la cancha por parte del juez.
Ya en el alargue, llegó el gol del triunfo para los alemanes: Óscar Córdoba salió mal a cortar el centro y, rebotes mediantes, Kuffour marcó el único tanto de la noche en Japón, en una jugada donde se reclamó falta de Elber a Clemente Rodríguez. Quedaban tan solo 11 minutos para el final del encuentro y un Boca cansado y afectado por el desarrollo del partido no pudo dar vuelta la historia.
La derrota significó un final amargo para el exitoso primer ciclo de Carlos Bianchi, que ya había anunciado que no renovaría su contrato. Si bien no fue el esperado, el fútbol le dio revancha al "Virrey" y en 2003 llevaría al "Xeneize" a otra final Intercontinental, para vencer al Milan y levantar un nuevo título.
Ahora, tanto en el barrio de La Boca como en las playas de Miami se respiran aires de venganza, y aunque el fútbol ya no es tan parejo como a principios de siglo, la ilusión sigue intacta y en Brandsen 805 se preparan para una verdadera hazaña, ¿se podrá?