Marcelo Gallardo, el gran responsable del fracaso de River: un derroche millonario para un trágico segundo ciclo

Tras la eliminación de la Copa Libertadores ante Palmeiras, el “Muñeco” empieza a ser cuestionado y la figura de entrenador exitoso parece quedar en el olvido.
Marcelo Gallardo, River Plate.
Marcelo Gallardo, River Plate. Foto: REUTERS

El segundo ciclo de Marcelo Gallardo en River Plate está lejos de saciar la ilusión que reinaba entre los hinchas cuando volvió al club en agosto de 2024, en reemplazo de Martín Demichelis. Desde su vuelta, gastó una millonada en 16 jugadores para no sumar campeonatos.

Para aquel entonces y pese a que venía de ser despedido por malos resultados al mando de un Al-Ittihad plagado de estrellas, ni el más pesimista pensaría que un año después, el “Muñeco” habría sumado más decepciones que títulos.

Tras la eliminación a manos de Palmeiras en los cuartos de final de la Copa Libertadores, el entrenador se escudó en la conferencia de prensa asegurando que encabeza “un equipo en construcción”, afirmación que no cayó del todo bien en el Mundo River, donde ven en las declaraciones de Gallardo una “tomada de pelo”, ya que el calendario entró en su recta final y esos “muchos jugadores que llegaron” fueron pedidos explícitos del DT.

Marcelo Gallardo, River Plate.
Marcelo Gallardo, River Plate. Foto: EFE

Es en este contexto que el blindaje que genera su -bien lograda- posición como uno de los máximos ídolos del club empieza a desmoronarse.

Las segundas partes no son buenas

Gallardo fue presentado entre bombos y platillos como DT de River el 5 de agosto de 2024, buscando dar un volantazo ante la salida de un golpeado Demichelis. En el marco local, el envión no fue tal y terminó quinto en La Liga Profesional 2024, lejos del campeón Vélez Sarsfield.

El “Millonario” había sido el gran dominador de la fase de Grupos de la Copa Libertadores. En los mano a mano, y ya bajo la conducción del “Muñe”, el equipo dejó afuera a Talleres en octavos de final y eliminó a Colo Colo en cuartos.

La ilusión era total, pero el primer rival de nivel le dio un baño de realidad: Atlético Mineiro lo despachó 3-0 en la ida de las semifinales, el apático 0-0 en la vuelta significó el primer baldazo de agua fría.

Las decepciones seguirían en el primer semestre de 2025. En marzo, Talleres se tomaría revancha y lo venció en los penales para quedarse con la Supercopa Internacional, mientras que Platense -que luego sería campeón- lo dejó afuera en cuartos de final del Torneo Apertura en mayo.

Marcelo Gallardo volvió a River Plate. Foto: Reuters
Marcelo Gallardo volvió a River Plate en agosto de 2024. Foto: Reuters

Tras los duros golpes llegaría el “paseo” por Estados Unidos en el marco del Mundial de Clubes. River no supo aprovechar el calendario a su favor: sufrió para ganarle al modesto Urawa Red Diamonds de Japón en el debut, empató 0-0 ante Monterrey de México y, como era de esperarse, cayó ante el Inter de Milán para despedirse de la cita mundialista.

La frutilla amarga del postre fue la reciente eliminación de la Copa Libertadores. En la fase de Grupos, clasificó puntero e invicto. En octavos de final, pasó por penales ante Libertad, mientras que en cuartos se chocó contra Palmeiras, que lo eliminó con un global de 5-2.

El punto a favor para Gallardo desde su vuelta fueron los Superclásicos frente a Boca Juniors. El primero llegó en septiembre de 2024 y fue victoria 1-0 en La Bombonera, por la fecha 15 de la Liga Profesional. El duelo de abril de este año, por el Torneo Apertura, también se lo llevó River, esta vez 2-1.

Fernando Gago y Marcelo Gallardo en el Superclásico. Foto: NA (Juan Foglia)
Fernando Gago y Marcelo Gallardo en el Superclásico. Foto: NA

El flojo presente del “Xeneize” y los triunfos en los últimos dos cruces quizás sean algunos de los condimentos que le dieron “vida” a la segunda parte de la historia del “Muñeco”.

Un gasto millonario en refuerzos que no demuestran

Gallardo tomó el mando de las negociaciones durante los tres mercados de pases desde su vuelta a River. En ese lapso, contrató a 16 futbolistas, con una inversión de 73,5 millones de dólares.

Para colmo de males, la mayoría de los jugadores no estuvieron a la altura de las expectativas, por lo que crecen las dudas sobre si el ojo del DT sigue siendo el mismo que en su primera etapa, donde parecía sacar agua de las piedras.

Con apenas horas en su casa, el entrenador desestimó varios nombres que habían llegado bajo la conducción de Demichelis -Franco Carboni, por ejemplo se fue sin siquiera debutar- y levantó el teléfono para atraer nombres de peso.

Germán Pezzella (USD 5 millones), Fabricio Bustos (USD 5 millones), Marcos Acuña (USD 3,8 millones) y Maximiliano Meza (USD 2 millones) significaron una inversión de 15,8 millones de dólares.

En la ventana de enero de 2025, Gallardo redobló la apuesta y gastó 37,8 millones de dólares en repatriar viejas glorias y contratar jugadores de selección.

Kevin Castaño (USD 14 millones), Sebastián Driussi (USD 10 millones), Lucas Martínez Quarta (USD 7 millones), Gonzalo Montiel (USD 4,5 millones), Giuliano Galoppo (préstamo y luego compra por USD 1,5 millones), Gonzalo Tapia (USD 800 mil), Enzo Pérez (Libre) y Matías Rojas (Libre) fueron los apuntados por el DT.

A mitad de año y con los billetes frescos por la salida de Franco Mastantuono al Real Madrd, Gallardo volvió a disponer de las arcas del club para reforzarse en busca de un papel digno en el segundo semestre.

En el último mercado de pases, el “Muñeco” trajo a: Maximiliano Salas (pagó la cláusula de USD 9,2 millones a Racing), Juan Carlos Portillo (USD 5 millones), Matías Galarza Fonda (USD 3,5 millones) y Juan Fernando Quintero (USD 2,2 millones), para desembolsar 19,9 millones de dólares.

Pero el ojo no solo está puesto en las llegadas, sino también en las salidas. Durante su segundo ciclo, Gallardo colgó a varios futbolistas de renombre, como Manuel Lanzini, Matías Kranevitter, Rodrigo Aliendro y Leandro González Pirez, quienes debieron entrenar apartados del plantel y en algunas ocasiones negociar a contrarreloj con sus nuevos clubes.

Lo que se le viene a Gallardo para dar vuelta la página en River

El entrenador de 49 tiene ahora en el horizonte algunos frentes claros. Promediando la primera mitad del Torneo Clausura, River se mantiene clasificado a fase de eliminación mano a mano, modalidad que le ha sido esquiva este segundo ciclo.

En la tabla anual, continúa en los primeros puestos, con Rosario Central, Boca y Argentinos Juniors como máximos competidores por las plazas de clasificación a la próxima Copa Libertadores.

Además, sigue con vida en la Copa Argentina, en donde enfrentará a Racing por los cuartos de final, el próximo jueves 2 de octubre en el Gigante de Arroyito.

Por último y no menos importante, el 9 de noviembre tendrá una parada que podría ser clave para su futuro, ya que ese domingo se disputará el Superclásico. Lo que suceda desde este momento hasta el pitazo final en La Bombonera desembocará en dos caminos posibles: una bocanada de aire fresco o el último clavo en el cajón de un segundo ciclo que pasó de la esperanza a la decepción.