¿Por qué la gente tiene vergüenza por ser “virgen de relaciones”?

No son pocos los que se sienten avergonzados por no poder exhibir relaciones serias previas. Así surge un tema que -hasta ahora- era tabú: ¿Por qué la gente tiene vergüenza por ser “virgen de relaciones”?
Pareja - Relación
Pareja - Relación

Las relaciones humanas son -a veces- un misterio insondable. Mucho más si es que esas relaciones son directamente de pareja. Desde siempre, y fundamentalmente en
los tiempos que corren, hablar con otros sobre parejas (o relaciones) previas ha
sido practicamente un tema tabú.

Pero ¿qué lleva a la gente a sentirse avergonzada por "ser virgen de relaciones" anteriores?

Sobre estas mismas cuestiones, el diario The Washington Post elaboró un informe a cargo de Bella DePaulo, intentando descifrar los interrogantes que se ocultan
detrás de los motivos que llevan a las personas a sentirse mal por no poder hacer
exhibición de historias dignas de contar.

La investigación de DePaulo gira entorno a esto.

"Algunas con las personas que he hablado a lo largo de los años -dijo- han hecho las paces con sus vidas individuales o nunca tuvieron que hacerlo porque les
encanta vivir solteras. Estas son las clases de personas a las que he llamado
"solteras de corazón". Pero incluso para ellas, lo que significa haber vivido
culturalmente durante décadas sin ninguna experiencia seria de relación amorosa les pesa. Tienen una idea de hacia dónde se dirige la conversación y temen la inminente pregunta: "¿Alguna vez has estado en una relación romántica a largo plazo?"

Haciendo un promedio de las respuestas obtenidas de parte de los consultados, se llega básicamente a lo siguiente, que refleja el pensamiento de una mujer que puede perfectamente resumir la opinión de otras tantas:

"¿Todavía puedo decir que soy una virgen de relaciones si solo he salido con algunos hombres pero hace mucho tiempo? Eso espero", aseguró.

Lo dicho, deja a las claras que muchos sienten vergüenza por situaciones como esta, algo que claramente no debería ser así.

Es que este asunto de la virginidad es mucho más grande que lo que muchos podrían llegar a imaginar. Se trata de costumbres y prácticas culturales generalizadas y largamente establecidas, pero que sin embargo, chocan de frente con las nuevas "pautas" impuestas casi a la fuerza en la actualidad.

La autora de la investigación para el diario estadounidense, culmina sosteniendo que: "No estoy abogando por la humillación. Justo lo opuesto. Creo que debemos dejar de definirnos a nosotros mismos en términos de lo que no hemos hecho y de los que no tenemos en nuestras vidas. Lo que tenemos que hacer es abrazar nuestros intereses, los logros y las personas que tenemos a nuestro alrededor".

La felíz conclusión es que nadie debería sentirse avergonzado por ser "vírgen de relaciones".