El bodegón más antiguo de Sudamérica está en Buenos Aires: tiene más de 150 años de historia y una parrilla libre única

El lugar ideal para probar la comida típica de la República Argentina, dado que ofrece parrilla y una torre gastronómica de cinco niveles para compartir platos locales.
El bodegón más antiguo de Sudamérica.
El bodegón más antiguo de Sudamérica. Foto: Turismo BA.

En Buenos Aires hay lugares que son mucho más que un restaurante, son pedacitos de historia que siguen vivos. Entre paredes que vieron pasar generaciones y recetas que nunca pasan de moda, existe un sitio donde la tradición y la buena comida se entrelazan.

Se trata del Club del Progreso, un bodegón con más de 150 años que no solo es famoso por su cocina, sino también porque alguna vez fue la sede del club de caballeros más antiguo de Sudamérica. Hoy, mantiene ese encanto histórico, pero suma un plus irresistible: una parrilla libre espectacular que conquista a cualquiera que ame la carne argentina.

Histórico restaurante argentino en Buenos Aires. Foto: Club del Progreso.

El Club del Progreso abrió sus puertas el 1° de mayo de 1852, apenas tres meses después de la Batalla de Caseros y en los últimos días del gobierno de Juan Manuel de Rosas. En ese contexto, con una sociedad profundamente enfrentada entre federalistas y centralistas, el club surgió como un punto de encuentro para las élites políticas e intelectuales de la época.

Su sede actual —porque a lo largo de su historia tuvo varias direcciones— alberga tanto al club como al restaurante. El edificio fue originalmente la residencia privada de un integrante de la familia Duhau.

El edificio actual del Club del Progreso y del restaurante más antiguo de Buenos Aires conserva la elegancia de las construcciones de fines del siglo XIX: salones amplios y muchos detalles ornamentales que ya no se encuentran en la arquitectura actual.

El bodegón más antiguo de Buenos Aires

El Club del Progreso alberga el restaurante El Progreso. Además de ser uno de los pocos bodegones históricos que todavía ofrecen parrilla libre, este lugar sorprende con una propuesta única: una torre gastronómica de cinco niveles, donde cada plato rinde homenaje a la cocina tradicional argentina. Entre sus pisos se despliegan clásicos como guiso de lentejas, guiso de mondongo, milanesa napolitana, empanadas fritas de carne y, para cerrar con lo dulce, tortas fritas y pastelitos recién hechos.

Parrilla libre en el bodegón más antiguo de Sudamérica. Video: Instagram @elprogresorestaurante

El Club del Progreso no es solamente uno de los bodegones más antiguos de la ciudad, sino también un auténtico palacio urbano que combina historia y sabor. Allí se puede disfrutar desde un almuerzo o una cena, hasta una merienda libre en un entorno que respira elegancia y tradición.

Un mismo lugar, dos experiencias distintas

En el primer piso se encuentra el Salón Alvear, un espacio de estilo clásico con techos altos, boiserie, espejos y apliques de bronce que le dan un aire señorial. Allí se ofrece un menú a la carta con platos caseros que combinan tradición argentina con influencias italianas y españolas.

En la planta baja está el Viraró Bodegón, un ambiente más relajado que incluye un patio en damero, la parrilla, el horno de barro y una barra bien surtida. Aquí, la carne es la gran protagonista: una selección exclusiva de cortes con parrilla libre, donde se destacan el ojo de bife, el vacío, la entraña, el bife de vacío y el bife de chorizo. Todo con la mejor calidad, gracias a piezas de razas Hereford, Aberdeen Angus y Brangus.

Además, se pueden disfrutar desayunos, brunch, almuerzos abundantes para compartir, meriendas y cenas, ya sea en el jardín a cielo abierto o en el patio. Entre las especialidades imperdibles están las empanadas, la entraña grillada, las costillas de cordero, el puchero y el cochinillo al estilo segoviano.