Cáscara de limón y bicarbonato de sodio: para qué sirve esta mezcla y los pasos para prepararla en tu casa

Estos dos ingredientes caseros contienen componentes que, al fusionarse, crean una sustancia multiuso. Conocé sus diferentes utilidades para aprovecharlas al máximo en tu hogar.
Limón y bicarbonato de sodio, la mezcla casera ideal para la limpieza.
Limón y bicarbonato de sodio, la mezcla casera ideal para la limpieza. Foto: Unsplash.

Los métodos caseros para mantener limpia y reluciente la casa se convirtieron en una gran tendencia. Uno de ellos, por ejemplo, es la mezcla de cáscaras de limón y bicarbonato de sodio, ideal para higienizar el hogar.

El primero de los dos ingredientes es famoso por sus aceites esenciales y su ácido cítrico, dos componentes que desinfectan, desengrasan y dejan un perfume fresco en cualquier lugar de la vivienda.

El limón es famoso por sus aceites esenciales y su ácido cítrico. Foto: Unsplash.

El bicarbonato de sodio, por su parte, es un abrasivo blanqueador y neutralizador de olores. La mezcla entre ambos crea un limpiador multiuso que no solo elimina la suciedad, sino que también deja un rico aroma.

En este contexto, algunos especialistas recomiendan que dedicar 5 minutos diarios a limpiar u organizar diferentes áreas de la casa es una manera de resolver la higiene del hogar.

¿Para qué sirve la mezcla de limón y bicarbonato?

  • Blanqueador suave: sirve para tazas manchadas por café o té.
  • Eliminador de grasa: perfecto para sacar restos de aceite y suciedad pegada.
  • Exfoliante para ollas y sartenes: limpia sin rayar y deja todo brillante.
  • Limpiador de superficies: ideal para mesadas, tablas de cocina y azulejos.
  • Neutralizador de olores: es la solución para la heladera, el microondas o los tachos de basura.
Bicarbonato de sodio. Foto: Tododisca
Bicarbonato de sodio. Foto: Tododisca.

Los 5 pasos para preparar la mezcla de limón y bicarbonato

  1. Juntá las cáscaras de 2 limones bien lavados.
  2. Ponelas en la licuadora junto con 1/2 taza de agua.
  3. Agregá 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
  4. Procesá todo hasta lograr una pasta homogénea.
  5. Guardá la mezcla en un frasco hermético y usala cuando la necesites.