“Un infierno”: la impactante confesión de un miembro de la realeza británica que describe cómo es la vida dentro de la Corona

Las declaraciones de la actriz Sophie Winkleman, casada con un primo del rey Carlos III, generaron un fuerte revuelo en Reino Unido al describir la vida dentro de la familia real como una experiencia marcada por la presión constante y una falta total de privacidad.

Familia real británica. Foto: Instagram / theroyalfamily.
Familia real británica. Foto: Instagram / theroyalfamily.

En medio de un clima de numerosas críticas que pesan sobre la monarquía británica, las recientes declaraciones de Sophie Winkleman, conocida públicamente como Lady Frederick Windsor, dieron de qué hablar en el Reino Unido y, como cada noticia que involucra a la realeza, también en la prensa internacional.

La actriz, casada desde 2009 con Lord Frederick Windsor, hijo del primo de Isabel II, Miguel de Kent, habló sin rodeos sobre las tensiones que, según afirma, atraviesan quienes integran la prestigiosa institución que ella llama “familia”.

Sophie Winkleman, más conocida como Lady Frederick Windsor, junto a su esposo Lord Frederick Windsor. Foto: X / @markacuthbert.

“Más conozco a la familia real, más me doy cuenta de que sus vidas son un total infierno y que ese nivel de fama no solicitada es una forma de tortura”, declaró en una entrevista con The Times, palabras que rápidamente se viralizaron y que generaron malestar en sectores del establishment británico.

Con una trayectoria propia en cine y televisión, Winkleman ocupa un lugar particular dentro del entramado monárquico: no nació en la realeza, pero participa desde hace más de una década en actividades familiares y actos protocolares, lo que le permitió observar desde adentro las dinámicas que suelen mantenerse lejos del ojo público.

Para la actriz, la presión permanente a la que están sometidos los Windsor supera con creces la imagen de glamour que rodea a la Corona. “Siento mucha pena por todos ellos. No creo que una vida con tanto escrutinio y presión sea remotamente sana, pero no les queda otra opción”, afirmó, poniendo en discusión el verdadero impacto de la exposición mediática en la vida cotidiana de los royals.

Sophie Winkleman, más conocida como Lady Frederick Windsor, junto al rey Carlos III. Foto: X / @sarahdiaryz.

Aunque sus palabras fueron contundentes, Winkleman también dedicó buena parte de la entrevista a destacar la labor que desempeñan los integrantes de la monarquía, especialmente aquellos que suelen estar más alejados del foco mediático.

Los miembros de la realeza trabajan incansablemente con miles de organizaciones benéficas en todo el mundo, tanto entre bastidores como de cara al público. Es innegable que aportan un enorme prestigio e influencia a cualquier causa que apoyen”, sostuvo.

Asimismo, resaltó el rol de instituciones claves dentro de la red benéfica asociada al Palacio. “The King’s Trust (la organización benéfica del rey Carlos III) es el principal impulsor de la movilidad social en Gran Bretaña. La princesa Ana participa en casi quinientos actos públicos al año. La duquesa de Edimburgo acaba de regresar de Sudán, donde se reunió con cirujanos que operan niños pequeños víctimas de violación; se trata de un trabajo traumático y muy serio. Sinceramente, creo que hasta mi abuelo comunista se convencería con mis argumentos a favor de la familia real”, añadió.

Sophie Winkleman se casó con Lord Frederick Windsor el 12 de septiembre de 2009. Foto: X / @The_QVDS.

La presión diaria dentro de la Familia Real

El testimonio de Lady Frederick Windsor llega en un momento en el que la Corona enfrenta desafíos en cuanto a su popularidad y críticas sobre su vigencia como institución, sobre todo luego de los escándalos asociados al príncipe Andrés y su renuncia a los títulos reales.

Su salida definitiva de la estructura institucional de la Corona británica busca también proteger la imagen de una monarquía que atraviesa un momento delicado. A los desafíos propios de la nueva etapa de reinado de Carlos III se suman las tensiones internas derivadas del distanciamiento del príncipe Harry y Meghan Markle, así como el estado de salud de la reina consorte Camilla. En este contexto, el caso de Andrés se había convertido en un foco constante de incomodidad y descrédito.

Reina Isabel II y Príncipe Andrés
Reina Isabel II y Príncipe Andrés

La visión de Sophie, sin embargo, no se enmarca en el cuestionamiento, sino en la intención de humanizar a sus miembros y poner de relieve las exigencias que conlleva representar a la monarquía en pleno siglo XXI.

Más allá de su declaración, la vida de Winkleman también ofrece un contraste particular entre la exposición pública y la búsqueda de una vida “normal”.

Sophie Winkleman, más conocida como Lady Frederick Windsor. Foto: X / @The_QVDS.

Tras contraer matrimonio, la pareja se trasladó a Los Ángeles (EE.UU.), donde permanecieron seis años mientras ella continuaba su carrera como actriz, destacándose en producciones como Two and a Half Men y Sanditon.

Allí encontraron un anonimato inusual para cualquier miembro vinculado a la Casa Real. “Amábamos profundamente que nadie supiera de las conexiones de mi marido con la realeza”, expresó. Su regreso al Reino Unido ocurrió tras el nacimiento de su primera hija, Maud, hoy de 12 años. Poco después nació Isabella, de 9.