Lula continúa con la "limpieza" y anunció nuevas remociones de jefes policiales y responsables regionales

Tras el intento de golpe de Estado en Brasil, el actual presidente confirmó despidos de jefes de seguridad en busca de "castigar a los culpables".

Por Canal26

Jueves 19 de Enero de 2023 - 16:13

Lula, presidente de Brasil. Foto: REUTERSLula. Foto: REUTERS.

A más de diez días del intento de golpe de Estado en Brasil, el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva desplazó a 18 jefes de la Policía Federal (PF) y a 26 de los 27 superintendentes regionales de la Policía Caminera Federal (PRF). En la semana ya había anunciado los despidos de militares afectados a la seguridad del Palacio del Planalto.

El ministro de Justicia, Flávio Dino, oficializó la remoción de 26 de las 27 cúpulas regionales de la PRF, excepto la del estado de Piauí, ocupado de forma interina por Jairo Lima, y el cese de 18 jefes de la PF, entre ellos los tres más importantes, San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais.

Jorge Glas. Foto: Reuters.

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Los sucesores elegidos

El nuevo superintendente de la PF en Río de Janeiro es Leandro Almada, en el cuerpo policial desde 2008 y conocido por liderar una investigación que rebeló trabas en el esclarecimiento del asesinato de la concejal Marielle Franco, ocurrido en 2018, destacó el diario local Folha de Sao Paulo.

Para San Pablo, la mayor superintendencia del país, el elegido fue Rogério Giampaolli, que ya era jefe del Comando Táctico de Operaciones y actualmente estaba a cargo de la PF en el municipio paulista Sorocaba.

Incidentes en el Palacio de Planalto, Brasil. Foto: Reuters.Intento de golpe de Estado en Brasil. Foto: REUTERS.

Para comandar la superintendencia en Paraíba se designó a Christiane Correa Machado, que ya fue jefa de la división antiterrorista durante cinco años y coordinó la protección contra atentados extremistas en el Mundial de 2014 y en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro.

Previo a estos cambios dentro de la Policía, el Gobierno de Lula había modificado los gabinetes de seguridad encargados de custodiar el Palacio del Planato, sede de la Presidencia, y el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial, tras los ataques golpistas.

Ese 8 de enero, el Gobierno brasileño decretó la intervención federal de la Secretaría de Seguridad Pública de Brasilia por "omisión" de la policía local ante el accionar de los grupos extremistas.

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