Tercera Guerra Mundial: el arma secreta y silenciosa que es una amenaza para las grandes potencias

Buque de Gran Bretaña. Foto: Unsplash.

Unas cintas magnéticas repletas de los ecos furtivos de buques enemigos revelaron información clave en el desarrollo de una nueva tecnología diseñada para identificar amenazas bajo del mar, que fue bautizado bajo el nombre de Lura.

Ideado por la empresa Helsing, despliega la potencia de la inteligencia artificial (IA), sofisticados sensores acústicos y una flota de drones submarinos autónomos para la detección automática de submarinos rusos.

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Su objetivo principal es anticiparse a posibles incursiones, fortalecer la vigilancia de infraestructuras críticas y proteger las aguas territoriales de Gran Bretaña, incluyendo la intrincada red de cables submarinos de comunicaciones.

Desde la invasión de Rusia a Ucrania en 2022, la actividad naval de Moscú experimentó un notable incremento en zonas estratégicas como el Atlántico Norte y el sensible pasillo GIUK, el corredor marítimo que conecta Groenlandia, Islandia y el Reino Unido.

Guerra Rusia-Ucrania. Foto: Reuters (Sofiia Gatilova)

El corazón operativo de Lura reside en una red de drones submarinos sin hélices, conocidos como gliders, capaces de operar de forma autónoma durante periodos de hasta tres meses bajo la superficie. Estos vehículos silenciosos registran el paisaje sonoro submarino.

Ante la detección de cualquier anomalía, ya sea la inconfundible firma acústica de un submarino o cualquier actividad sospechosa, los gliders ascienden a la superficie para transmitir la alerta, antes de sumergirse nuevamente en las profundidades.

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El sistema Lura, una de las mayores ventajas tecnológicas de Reino Unido

Una de las capacidades distintivas del sistema Lura radica en su habilidad para discernir incluso entre dos embarcaciones del mismo tipo, gracias al análisis detallado de su huella acústica única.

"Lura detecta para que nuestras armadas puedan disuadir", destacó Gundbert Scherf, cofundador de la compañía.

La integración de la IA permite el procesamiento de ingentes cantidades de datos sonoros sin la necesidad de una supervisión humana constante, lo que reduce drásticamente los tiempos de respuesta ante una potencial amenaza.

Los drones autónomos se convirtieron en las armas del futuro. Foto: Reuters.

Su diseño primigenio se centró en el seguimiento de las rutas migratorias de ballenas y el estudio del medio ambiente marino. Sin embargo, en el transcurso de los años, se convirtió un arma excepcional para misiones encubiertas de vigilancia.