Desbaratan imprenta clandestina: producía etiquetas de remedios y cigarrillos
Se llevaron adelante 5 procedimientos ordenados por el Juez Federal de Morón, Dr. Jorge Rodríguez, con intervención de la Secretaría 8 a cargo del Dr. Ignacio Calvi, en el marco de una investigación iniciada a fin del año pasado donde se investigaba una organización que falsificaba marquillas de cigarrillos.
Durante la instrucción, llevada adelante por la DDI Moreno-General Rodríguez de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, se logró establecer –luego de realizar una compra controlada- que existía una persona que se dedicaba a la venta de los elementos en cuestión, y de la profundización en la pesquisa se estableció el lugar donde se imprimían las cartillas.
Así, en la localidad de Quilmes se desbarató una imprenta clandestina ubicada en la que abastecía el mercado ilegal de cigarrillos. Lo alarmante fue que también encontraron una cantidad “monumental” de cajas de medicamentos sin que contaran, para ninguno de los casos de contratos con las empresas.
Durante el operativo, que se llevó a cabo el pasado 13 de junio en una causa por la falsificación de sellos, timbres y marcas, así como su aplicación indebida; y evasión fiscal (infracción a las leyes 22.362, artículo 288, y 27.430 del Código Penal); fue imputado el dueño de la imprenta.
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La investigación se inició a raíz de una denuncia realizada a fines del año pasado que daba cuenta de que en una vivienda del partido de Moreno se comercializaban cigarrillos ilegales de las marcas Red Point, Bolt y productos asociados a Massalin. Además, el denunciante aportó cinco atados como prueba. A partir de allí, se desplegaron tareas encubiertas que derivaron en los allanamientos simultáneos en domicilios ubicados en Quilmes, Escobar, La Matanza (dos puntos) y Moreno.
Más allá de tener todo configurado para la producción masiva de marquillas “alternativas” de cigarrillos, el hallazgo alarmante durante el operativo es que se hallaron cajas y planchas destinadas al etiquetado de medicamentos de alto costo y uso delicado, presuntamente truchos.
Que esta situación pone en riesgo a la salud porque potencialmente podría aportar a la distribución de fármacos sujetos a estricto control por parte de ANMAT. Incluye más de 300 referencias diferentes entre las que se contaban psicotrópicos como lorazepam, alprazolam, antineoplásicos como paclitaxel, temozolomida, lomustina, antibióticos, analgésicos, productos oncológicos y hormonales, muchos de los cuales se comercializan bajo receta archivada. Todo ello sin trazabilidad ni documentación sanitaria que acreditara su origen o condiciones de conservación.
