“Necesitamos justicia”: el crudo testimonio del hermano de Diego, el joven enterrado al lado de la ex casa de Gustavo Cerati

A cuatro décadas de la desaparición de Diego Fernández, un adolescente de 16 años que jugaba al fútbol en Excursionistas y fue asesinado brutalmente en 1984, sus restos fueron encontrados enterrados en una propiedad ubicada en Coghlan, a escasos metros de donde vivía el reconocido músico Gustavo Cerati. El hallazgo, confirmado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), reabrió una causa que nunca había sido resuelta.
En este contexto, surgió el testimonio de un nuevo testigo que puso en la mira a un posible sospechoso: Cristian Graf, de 56 años, señalado como excompañero de colegio de la víctima. A raíz de este dato, la fiscalía centró su atención en la vivienda donde finalmente se encontraron los restos óseos.

No obstante, Javier Fernández, hermano de Diego, pidió cautela respecto a esa versión. En diálogo con eltrece, expresó: “Que era compañero de mi hermano... hasta ayer la fiscalía lo estaba averiguando, no lo sé, no sé quién lo dijo”.
Además, remarcó: “No, con precisión no. Estaba el fiscal justamente... hablé ayer y me dijo que no, no hay nada seguro. Hasta ayer a la tarde, va, mediodía que hablé con él la última vez”. Y agregó: “La fiscalía está averiguando”.
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“Necesitamos justicia”: el crudo relato de la familia de Diego Fernández
El caso generó conmoción no solo por el hallazgo en una zona residencial, sino también por la historia familiar que lo rodea. Javier relató entre lágrimas el calvario de su familia durante estos 41 años. En declaraciones a TN Central, dijo: “Me siento vacío. Muchísima indignación, tristeza, dolor. Muchas preguntas... 41 años. Necesitamos justicia, que se haga justicia”.

Recordó, además, que su padre falleció en 1991 mientras seguía investigando por su cuenta la desaparición de Diego: “Mi padre murió buscando a mi hermano. Fue en el año ‘91. Lo atropelló una camioneta en Galván y Congreso, ahí nomás de donde estaba Diego”.
Sobre la búsqueda inicial, señaló: “Yo tenía 10 años, pero tengo entendido que mi papá, en todas las notas que hacía en ese momento, decía que la policía no buscaba. Él pensaba que lo había secuestrado una secta en ese momento. Él hizo una investigación propia, solo, en una época en la que no había celulares, cuatro canales de televisión... no había cámaras en las calles”.
La familia Fernández también vive con dolor la noticia reciente, especialmente su madre: “Mi mamá sabe de los restos. Hay datos que todavía no le queremos decir. No hace falta, me parece. Pero por lo menos cerrar un ciclo, en parte, tener a quien llorar o enterrar, no sé qué vamos a hacer, y después necesitamos justicia para estar tranquilos todos”.
Javier comentó que fue un familiar quien sospechó del hallazgo y lo relacionó con Diego: “Vi la noticia, pero no la asocié. No miro la tele. Mi cuñado sí llegó a pensar que lo que encontraron en la casa de Cerati podía ser. Él lee mucho y después lo habló con el hijo de él, que es periodista y empezaron a moverse más”.
Con un mensaje cargado de dolor, concluyó: “Yo preguntaba por él todos los días. Era mi héroe, era todo. Se decía de todo en ese momento. La policía decía que ya iba a volver, que se había ido con una chica, pero imposible encontrarlo con lo que hicieron. Quedó ahí, cómo encontrarlo. Pobre mi viejo, durísimo”.