Parada espiritual de Milei: su visita al “Rebe de Nueva York” y la señal que entusiasma al Gobierno tras su gira por EEUU

El presidente Javier Milei estuvo de visita en Estados Unidos y repitió su ritual de mezclar la religión con la política. El mandatario argentino hizo una parada privada en Queens para visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, conocido como el Rebe de Lubavitch, figura central del judaísmo ortodoxo y símbolo de sanación y prosperidad y en ese lugar, volvió a depositar una nota personal.
El Presidente mantiene un vínculo especial con ese sitio desde 2023, cuando, antes de las elecciones, pidió al Rebe por un resultado favorable y luego regresó para agradecer. Ahora, tras el triunfo de La Libertad Avanza en Buenos Aires y varias provincias, volvió a presentarse allí con la kipá puesta y un mensaje de gratitud.
Según informó su entorno, el mandatario se apersonó al lugar para disfrutar de un momento de introspección y de recarga espiritual para poder retomar con su actividad política, que incluye reuniones con personas de alto nivel.
La agenda de Milei en Estados Unidos durante los últimos días
Luego de su paso por Nueva York, Milei continuó su viaje a Miami para participar en el America Business Summit (ABS), una cumbre global de líderes políticos y empresariales. Allí compartió escenario con figuras como Lionel Messi, Donald Trump, Gianni Infantino, Jeff Bezos y el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, uno de los banqueros más influyentes de Wall Street.
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En su discurso, el Presidente argentino sorprendió al mostrarse mucho mas formal: se limitó a defender su modelo económico, a plantear la disputa global entre capitalismo y comunismo, y aseguró que “Argentina vuelve a ser un país atractivo para invertir”. Solo al inicio y al cierre de su exposición dejó entrever su estilo característico con un encendido “¡Viva la libertad, carajo!”.
El estadio Kaseya Center, casa del equipo de básquet Miami Heat, alcanzó su máxima concurrencia durante los discursos de Trump, Messi y Milei. Entre el público, muchos argentinos residentes en Florida pagaron entradas de hasta 10 mil dólares para verlo de cerca.
Por su parte, la comitiva presidencial, integrada por Karina Milei, el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo y el canciller Pablo Quirno, llegó de madrugada al hotel Marriott Marquis de Miami luego de un vuelo con contratiempos técnicos durante una escala en Lima. Aunque con mucha espera y cansancio, la agenda del presidente no se corrió y siguió sin pausas.
A media mañana, Milei recibió en su suite al empresario José Luis Manzano, acompañado por el CEO del fondo suizo Mirova y el abogado Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza. También participó Caputo, en una charla centrada en inversiones energéticas y financiamiento privado.
Fuentes oficiales describieron a TN el ambiente como “optimista”. Según el embajador argentino en Washington, Alec Oxenford, tras reuniones con más de 70 empresas estadounidenses, “Argentina está de moda otra vez”. A su vez, Jamie Dimon, de JP Morgan, declaró que el país podría prescindir de nuevos swaps si se concreta la “lluvia de inversiones” esperada.
La cena en busca del apoyo de los trumpistas y un nuevo aire político
Tras su participación en el America Business Summit, el presidente Javier Milei viajó a Palm Beach para asistir a una cena de gala organizada por el Centro de Acción Política Conservadora (CPAC), el corazón del movimiento trumpista en Estados Unidos. Allí fue recibido como a él le gusta: entre aplausos y ovaciones por parte de los asistentes, pero con un clima que contrastó con la tensión de algunos disgustados con su visita a Estados Unidos.
Durante el evento, Milei protagonizó una escena que ya se volvió un clásico en su relación con el público estadounidense: subió al escenario y bailó al ritmo de “YMCA”, el himno no oficial del conservadurismo norteamericano. De hecho, su presencia continúa con la idea de alinearse políticamente con el bloque ideológico del presidente Donald Trump.
Según fuentes del entorno presidencial, la gira dejó una sensación de alivio. “El Presidente volvió con la convicción de que el mundo está mirando distinto a la Argentina”, señaló un funcionario cercano a Casa Rosada a TN.
A diferencia del viaje anterior, realizado en medio de una incertidumbre electoral y de volatilidad financiera en Argentina, esta visita mostró un clima más relajado y un tanto más optimista para Milei, sobre todo en el plano político.













