Cómo hacer polenta verde gratinada: una receta con más sabor, más color y un toque nutritivo

Cuando las temperaturas bajan, nada mejor que un plato caliente, cremoso y bien casero para levantar el ánimo. La polenta, clásica de los días fríos, se reinventa en esta versión con espinaca y mucho queso, ideal para quienes buscan una comida fácil pero con un toque distinto.
Esta receta, sugerida por la cocinera y comunicadora @chantalabad, combina pocos ingredientes y logra un resultado sabroso y visualmente atractivo. La clave está en sumar espinaca licuada a la base, darle cremosidad con manteca y queso rallado, y coronar todo con una capa de salsa y queso gratinado al horno. Un plato simple, rendidor y perfecto para compartir.

Cómo hacer polenta verde, paso a paso
Ingredientes
- 1 atado de espinaca
- 750 cc de leche
- 500 g de polenta
- Caldo de verduras (cantidad necesaria)
- 80 g de manteca
- Queso rallado (a gusto)
- Salsa de tomate (a gusto)
- Queso para gratinar (a gusto)
Paso a paso
- Licuar o procesar la espinaca junto con la leche hasta que quede una mezcla homogénea.
- En una olla con caldo de verdura en ebullición, colocar la mezcla de espinaca y leche.
- Incorporar la polenta en forma de lluvia, revolviendo constantemente con batidor para evitar grumos. Cocinar hasta que espese.
- Apagar el fuego e incorporar la manteca en cubos y el queso rallado. Mezclar bien hasta que se integren y se fundan.
- Volcar la preparación en una fuente apta para horno. Cubrir con salsa de tomate y espolvorear con queso para gratinar.
- Llevar al horno hasta que el queso esté bien dorado.
- Servir caliente y disfrutar.

Una receta fácil, rendidora y con mucho sabor, ideal para los días de frío o cuando se necesita un plato bien reconfortante. Se prepara con ingredientes simples, pero logra una combinación deliciosa de texturas y aromas que te abraza desde el primer bocado. Además, es perfecta para compartir en familia o guardar en la heladera y disfrutar al día siguiente.