Cómo hacer polenta verde gratinada: una receta con más sabor, más color y un toque nutritivo

Con ingredientes simples, se logra una combinación deliciosa de texturas y aromas que sorprende desde el primer bocado.
Cómo hacer polenta verde gratinada.
Cómo hacer polenta verde gratinada. Foto: Freepik.

Cuando las temperaturas bajan, nada mejor que un plato caliente, cremoso y bien casero para levantar el ánimo. La polenta, clásica de los días fríos, se reinventa en esta versión con espinaca y mucho queso, ideal para quienes buscan una comida fácil pero con un toque distinto.

Esta receta, sugerida por la cocinera y comunicadora @chantalabad, combina pocos ingredientes y logra un resultado sabroso y visualmente atractivo. La clave está en sumar espinaca licuada a la base, darle cremosidad con manteca y queso rallado, y coronar todo con una capa de salsa y queso gratinado al horno. Un plato simple, rendidor y perfecto para compartir.

Polenta con espinaca, la nueva forma de reversionar un clásico. Foto: Instagram @laburratafiambreria

Cómo hacer polenta verde, paso a paso

Ingredientes

  • 1 atado de espinaca
  • 750 cc de leche
  • 500 g de polenta
  • Caldo de verduras (cantidad necesaria)
  • 80 g de manteca
  • Queso rallado (a gusto)
  • Salsa de tomate (a gusto)
  • Queso para gratinar (a gusto)

Paso a paso

  1. Licuar o procesar la espinaca junto con la leche hasta que quede una mezcla homogénea.
  2. En una olla con caldo de verdura en ebullición, colocar la mezcla de espinaca y leche.
  3. Incorporar la polenta en forma de lluvia, revolviendo constantemente con batidor para evitar grumos. Cocinar hasta que espese.
  4. Apagar el fuego e incorporar la manteca en cubos y el queso rallado. Mezclar bien hasta que se integren y se fundan.
  5. Volcar la preparación en una fuente apta para horno. Cubrir con salsa de tomate y espolvorear con queso para gratinar.
  6. Llevar al horno hasta que el queso esté bien dorado.
  7. Servir caliente y disfrutar.
La nueva forma de preparar la polenta para no comer siempre lo mismo. Foto: Pexels

Una receta fácil, rendidora y con mucho sabor, ideal para los días de frío o cuando se necesita un plato bien reconfortante. Se prepara con ingredientes simples, pero logra una combinación deliciosa de texturas y aromas que te abraza desde el primer bocado. Además, es perfecta para compartir en familia o guardar en la heladera y disfrutar al día siguiente.