Turdilli: el paso a paso del postre italiano de ñoquis dulces que no puede faltar en tu mesa un domingo
Esta receta se hace con ingredientes simples y, lo mejor de todo, es que no es necesario ser un gran pastelero para llevarse todos los aplausos. Cómo se hace.

Los Turdilli son un clásico de la pastelería de Calabria, en el sur de Italia. De textura suave y forma rústica, estos bocados dulces se preparan con ingredientes accesibles y son perfectos para compartir. Y aunque cuando pensamos en comida italiana solemos imaginarnos pizzas o incluso helados, esta delicia dulce se lleva todos los aplausos de los comensales.
Con una textura crujiente por fuera y tierna por dentro, los turdilli suelen prepararse en época navideña, aunque cada vez son más populares como opción casera para acompañar un café o agasajar a invitados con esta receta. Además, tienen una ventaja extra: se elaboran con ingredientes fáciles de conseguir y sin complicaciones técnicas.

Turdilli calabreses: receta tradicional
Ingredientes (para 4 a 6 personas)
Para la masa:
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- 500 g de harina 0000
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de canela en polvo
- Ralladura de 1 naranja o limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 125 ml de vino tinto seco (puede ser reemplazado por licor tipo anís o marsala)
- 1 huevo (opcional, algunas recetas lo llevan)
- Agua tibia (cantidad necesaria)
Para freír:
- Aceite vegetal en cantidad suficiente
Para el baño:
- 250 g de miel
- 2 cucharadas de azúcar
- Un chorrito de jugo de naranja (opcional)
- Opcionales para decorar:
- Confites de colores
- Azúcar impalpable
- Canela extra
Preparación paso a paso
En un bowl grande, mezclar la harina, la sal, la canela y la ralladura de cítricos. Agregar el aceite y el vino tinto (y el huevo, si se usa). Comenzar a amasar agregando agua tibia de a poco, hasta formar una masa suave y maleable. No debe pegarse a las manos y dejar reposar tapada unos 30 minutos.
Luego, tomar porciones de masa, hacer rollitos largos (como si fueran para ñoquis) y cortar trocitos de 2-3 cm. Podés pasarlos por un tenedor o una tablita de ñoquis para darles textura, o simplemente dejarlos lisos. La idea es que parezcan mini ñoquis.

Calentar aceite en una sartén profunda o cacerola y freír los turdilli en tandas hasta que estén dorados y crujientes. Retirar sobre papel absorbente. En una cacerolita, calentar la miel con el azúcar (y jugo de naranja si se desea), sin que hierva y colocar los turdilli fritos dentro y mezclarlos bien hasta que se impregnen completamente.
Disponerlos en una fuente y espolvorear con confites, azúcar impalpable o más canela. Podés hacerlos con anticipación: se conservan bien varios días si los guardás en un recipiente hermético.
















