Cada café tiene su historia: la esquina de Boedo que enamoró a Perón y que conserva al 100% su aura porteña

A pasos de la avenida principal, una esquina resiste al paso del tiempo con identidad, mística y sabor bien porteño. Conocé cuál es y qué lo hace tan especial.
Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Turismo Buenos Aires.
Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Turismo Buenos Aires.

En la ciudad de Buenos Aires, hay cafeterías que superan la categoría de simples bares para convertirse en verdaderos íconos culturales. Tal es el caso del Café Margot, ubicado en la emblemática esquina de Avenida Boedo y Pasaje San Ignacio.

Más que un punto de encuentro, es una cápsula del tiempo donde conviven la historia argentina, la arquitectura y la identidad porteña.

Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Facebook / BA Capital Gastronómica.
Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Facebook / BA Capital Gastronómica.

Fundado en 1994 pero asentado sobre los cimientos de un edificio de 1904, el Margot no nació de la nada. Fue construido por el inmigrante genovés Lorenzo Berisso, y a lo largo de las décadas pasó por distintas etapas: primero como fonda con despacho de bebidas, luego como bombonería, y finalmente como la Confitería Trianón.

Fue en esta última que, según la leyenda, se creó el famoso sánguche de pavita en escabeche que llegó hasta los oídos, y el apetito, del entonces presidente Juan Domingo Perón. Cuentan que en una parada no prevista, el General pidió detenerse allí solo para probarlo.

Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Turismo Buenos Aires.
Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Turismo Buenos Aires.

Esa historia, como tantas otras, se respira en cada rincón del Margot. Su arquitectura conserva el carácter original: techos de bovedilla, paredes de ladrillo a la vista, vitrinas llenas de botellas antiguas, publicidades de época y detalles de fileteado porteño que le dan un aire de nostalgia.

El Margot también es protagonista de la cultura barrial. Por sus mesas han pasado figuras históricas como el legislador Alfredo L. Palacios, los escritores Gustavo Riccio, Raúl González Tuñón e Isidoro Blaisten, el boxeador Ringo Bonavena, el futbolista José Sanfilippo y el “Mono” Gatica, quien solía llegar en su Cadillac rojo.

Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Turismo Buenos Aires.
Café Margot, en Boedo, CABA. Foto: Turismo Buenos Aires.

Más allá de su impronta histórica, el Margot se destaca por su hospitalidad y gastronomía: además del célebre sánguche de pavita, ofrece lomitos, medialunas, pastas caseras y café con aroma a hogar. Su atención cálida convierte cada visita en una experiencia reconfortante.

No es casual que haya sido distinguido por la Junta de Estudios Históricos de Boedo y declarado “Testimonio Vivo de la Memoria Ciudadana” por el Museo de la Ciudad. También forma parte del programa “Buenos Aires lee”, promovido por la Secretaría de Educación porteña, lo que reafirma su papel como espacio de encuentro y difusión cultural.

Cómo llegar a Café Margot en Boedo (CABA)