Del olvido a escapadas obligadas: los pueblos abandonados de Buenos Aires que con su encanto tuvieron una segunda oportunidad

Hoy son parte del circuito turístico con sus paisajes, entre la nostalgia y el abandono, que lo volvieron un imán para curiosos y amantes de la historia.
Una escapada por los pueblos que tuvieron una segunda oportunidad
Una escapada por los pueblos que tuvieron una segunda oportunidad Foto: Instagram @ojos_de_guia

El boom del turismo rural innegablemente llegó para quedarse. La pospandemia despertó una necesidad de viajar, conocer y aprender, aunque eso sí, cerca de casa.

Dentro de la provincia de Buenos Aires conviven pueblos prósperos que reúnen un combo ideal de gastronomía, historia y propuestas hoteleras para pasar un fin de semana. Pero también hay otros, detenidos en el tiempo por alguna fatalidad que los apagó y que hoy renacen gracias a un turismo express que busca reconectar con su pasado.

Los tres pueblos de Buenos Aires que tuvieron una segunda oportunidad

Gándara

Un nombre muy conocido para quienes consumían el dulce de leche Gándara porque de ahí viene su nombre. Se trata de un paraje rural en el partido de Chascomús, a la vera de la ruta 2 que conecta la ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata.

La fábrica láctea “Gándara” fue el corazón del lugar produciendo yogures descremados, manteca y el mencionado dulce de leche que eran exportados desde Estados Unidos, Europa, Arabia, Israel, México y Brasil.

Otro de los grandes responsables del boom fue la llegada del tren, cuya estación fue fundada el 14 de diciembre de 1865. Pero la crisis económica de la década de los noventa, la falta de trabajo y el cierre de la fábrica provocó el abandono del lugar por parte de sus pobladores. Años después, el sitio pasó de tener una población “rural dispersa” a “pueblo fantasma”.

La fábrica láctea "Gándara" fue el corazón Foto: Instagram @airesdecultura

¿Qué visitar en Gándara?

El nombre del pueblo siguió en el relato de las personas que supieron de su esplendor. Incluso una pareja abrió hace más de un año una pulpería allí para atraer a turistas, ofreciendo sándwiches de campo como la gran estrella. Pero no es el único lugar de interés para visitar.

Otros sitios de interés son el Monasterio de San José inaugurado en 1940 y la Capilla Nuestra Señra del Rosario. El convento fue construido sobre los planos del famoso arquitecto Alejandro Bustillo y donado por doña Manuela Nevares de Monasterio. El cierre definitivo y posterior venta de la propiedad se produjo el 17 de abril de 1974.

En cuanto a la Capilla fue proyecto también de Bustillo, que se inauguró el 26 de septiembre de 1938 y dos años después se anexó al seminario.

El nombre del pueblo siguió en el relato de las personas que supieron de su esplendor Foto: Instagram @airesdecultura

¿Cómo llegar a gándara?

Para visitar Gándara se puede tomar el tren Roca que sale desde Constitución hasta Alejandro Korn y desde ahí hacer trasbordo con el ramal que va hacia Chascomús.

Si tenés auto, podés tomar la Ruta N2 hasta el kilómetro 103, el viaje tiene una duración de 1 hora y 30 minutos.

Villa Epecuén

Dentro del partido de Adolfo Alsina, a pocos kilómetros de Carhué. Fue fundada en 1921 y durante décadas funcionó como un afamado centro turístico. Su mayor atractivo eran las aguas del lago Epecuén, con una salinidad comparable a la del Mar Muerto, y reconocidas por sus propiedades curativas, especialmente para enfermedades de la piel y dolencias reumáticas.

Llegaron a vivir allí unos 1.000 residentes y contaba con 5.000 plazas hoteleras para los miles de visitantes que llegaban año a año. Pero desde la década del 70, culpa de obras hidráulicas mal gestionadas y luego abandonadas, provocaron una catástrofe: la laguna comenzó a subir entre 50 y 60 centímetros anuales.

Para 1985, el agua superó los límites de contención e inundó completamente el pueblo. Epecuén se convirtió en un pueblo fantasma. El paisaje era desolador, pero atrajo al turismo con una postal de casas sepultadas en sal mezcladas con historias del ayer que quedaron truncas. Rápidamente, turistas, fotógrafos, documentalistas y curiosos volvieron allí.

Villa Epecuén, el pueblo que se inundó. Foto: NA
Villa Epecuén, el pueblo que se inundó. Foto: NA

¿Qué hacer en Villa Epecuén?

Las ruinas se pueden explorar en un solo día, aunque muchos eligen extender su estadía en Carhué o en alojamientos cercanos para disfrutar con más tranquilidad. Uno de los momentos más especiales se da al atardecer, sumado al avistaje de aves con especies típicas de ambientes lacustres.

Villa Epecuén, provincia de Buenos Aires. Fuente: X
Villa Epecuén, provincia de Buenos Aires. Fuente: X

¿Cómo llegar a Villa Epecuén?

No hay trenes que lleguen a la localidad, es una ruta sencilla para recorrer en auto de aproximadamente 7 horas. Es conveniente hacer noche en Carhué, la localidad a 8 kilómetros.

Primero se toma la Autopista Ricchieri hacia Ezeiza, luego se continúa por la Autopista Ezeiza-Cañuelas. Desde allí, se sigue por la Ruta Nacional 205 hasta Bolívar, para luego tomar la Ruta Provincial 65 en dirección a Guaminí. Finalmente, se accede a través de la Ruta Nacional 33 hasta empalmar con la Ruta Provincial 60.

Altamirano

Un pequeño pueblo cabecera del Cuartel VII del partido de Brandsen, provincia de Buenos Aires. Se destaca por su tranquilidad, espacio verde y una gran cantidad de construcciones antiguas.

Sus inicios datan de 1865, cuando el Ferrocarril del Sud construye la estación como punto intermedio entre Capital y Chascomús. En aquel entonces, el lugar se llamaba Facio, pero cuando el terrateniente Felipe Altamirano dona sus tierras pide que se cambie el nombre por su apellido.

Se comenzó a poblar el sitio y se instaló en la zona la grasería y saladero de Pedro Guerin, construyendo un almacén regional y el hotel de Lorenzo Laborde. Pese a su larga trayectoria y a la cantidad de habitantes que había en aquel entonces, recién en 1875, se aprueba el loteo para formar el pueblo. Luego, se siguió ampliando la zona y hasta se incluyó una confitería y una colonia ferroviaria para los empleados.

Altamirano, pequeño pueblo cabecera del Cuartel VII del partido de Brandsen Foto: Instagram @viejasestacionesypueblos

¿Qué visitar en Altamirano?

En la actualidad cuenta con estación de policías, sala de primeros auxilios, la escuela N° 4 General José de San Martín y la estación ferroviaria en perfecto estado de conservación para visitar.

Dentro de su oferta gastronómica hay tres despensas y dos locales muy populares como Bar de Lolo, que imita a una vieja cantina rural y El alero, restaurante donde se ofrecen fiables, panes, dulces 100% caseros y algunas comidas típicas como choripanes.

Sus inicios datan de 1865 Foto: Instagram @viejasestacionesypueblos

¿Cómo llegar a Altamirano?

Desde Buenos Aires por RN 210 hasta Brandsen, seguir por RP 29 unos 11 km, entrar por el acceso asfaltado que lleva a Jepenner, y desde allí unos 13 km más hasta llegar.

Se debe tomar el tren desde Constitución hasta Alejandro Korn. Luego hay que tomar el servicio diésel que une con la ciudad de Chascomús y bajarse antes de Gándara.