El Rincón de Donatella: el lugar para comer las mejores pastas caseras en ruta 36

El Rincón de Donatella. Foto: Instagram

Una mujer italiana de 86 años elabora las más exquisitas pastas caseras, utilizando ingredientes frescos y naturales que ella misma cultiva en su huerta. A solo una hora y media de la Ciudad de Buenos Aires, en la ruta 36, se encuentra El Rincón de Donatella.

Este encantador rincón campestre se ubica en una ruta que, aunque en el pasado fue la más concurrida para viajar a la Costa Atlántica, hoy en día se encuentra casi en desuso. En este paraje rural, apenas encontrarás una escuela y su comedor, donde mesas rústicas, árboles frutales y la huerta de Donatella invitan a una experiencia auténtica y única.

“No hay muchos secretos en la cocina, tenés que acordarte como cocinaba tu mamá, ella te va a guiar”, explica la gran protagonista Donatella Petriella, quien nació en Circello (Benevento). 

El Rincón de Donatella, restaurante. Video: TikTok

Donatella trabaja junto a su hijo, Juan Boffa, quien se encarga de la parrilla. “Es un caso único: si no trabaja, se pone mal”, advierte Juan Boffa. “Está en su mundo, en la cocina”, suma. 

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Una vida llena de sacrificios

La vida de la mujer no fue fácil. Creció en medio de la escasez, donde los recursos eran limitados. En su hogar, todo lo que provenía de la tierra se aprovechaba al máximo, transformándose en los más variados y deliciosos rellenos para las pastas. “Hacía magia mamá, no sé cómo se las ingeniaba para darnos de comer a tantos”, confiesa Donatella. 

Ese talento que tanto admiraba en su madre ahora vive en sus propias manos. Día tras día, Donatella logra deleitar a sus comensales con sabores auténticos, rescatando la esencia de la tradición y la pasión por la cocina casera.

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¿Carne o pasta?

La experiencia gastronómica comienza con zanahorias y papas hervidas con un toque de vinagre, lentejas preparadas con un sofrito de cebolla, vizcacha al escabeche, y una tabla de salame y queso. Todo acompañado por vino servido en una jarra de metal, tal como se hacía en tiempos pasados, añadiendo un encanto rústico y auténtico a la mesa.

Luego, hay dos caminos posibles: elegir entre la carne asada o las pastas. De la primera opción se encarga su hijo José, quien prepara un variado festín de cortes como vacío, bondiola y costillares, asados lentamente a la leña.

El Rincón de Donatella se encuentra abierto durante todo el año. Foto: Instagram

En el mundo de las pastas, los verdaderos protagonistas son los ravioles de borraja. "El que no sabe esperar no puede comer buena comida", afirma Donatella con sabiduría. Aquí, nada se prepara con antelación; cada pasta se elabora en el momento, justo cuando el pedido es realizado. 

“El boca a boca fue más fuerte que cualquier tecnología de la comunicación, su ancestral dominio de la cocina ganó el corazón y el estómago de todos”, cuenta Miriam Gattari, vecina del paraje. “Mi abuela materna hacía pastas fabulosas, pero hoy en día admito que Donatella le ganó”. ¿Cómo las describe? “Ricas, abundantes, precisas y únicas, nacidas de la mano de una maestra de 85 años, en el medio del campo”, resume.