Caso Lourdes Fernández de Bandana: el detalle en la carátula que le permitió a la madre realizar la denuncia sin la ratificación de la víctima

La desaparición de Lourdes Fernández, integrante del grupo femenino Bandana, encendió las alertas de su familia y amigos. Tras 19 días sin noticias y la denuncia presentada por su madre, la policía logró encontrarla en el departamento que compartía con su pareja, Leandro Esteban García Gómez, quien finalmente fue detenido. En diálogo con Intrusos, Mabel López, madre de la víctima y quien realizó la denuncia, dio detalles sobre la situación.
Ante la desesperación por no tener noticias de Lourdes, Mabel decidió actuar: “Yo no entendía cómo podía hacer yo una denuncia, porque tenía entendido que la víctima tenía que hacerla. Entonces ahí me dicen que la cosa cambió, que yo puedo ser querellante”.

“Y entonces le digo: ‘Bueno, ¿y esto qué me habilita?’. Y ahí me empiezan a decir: ‘Esto te habilita a pedir una medida perimetral contra él’. Listo, la quiero. ‘Te habilita a pedir una pericia para ella, en qué estado está y eventual tratamiento’. Listo, la quiero. Entonces yo ahora soy la querellante”.
Qué dice la ley en Argentina y por qué la madre de Lourdes Fernández pudo realizar la denuncia
En Argentina, quien puede denunciar un delito depende del tipo de acción que tenga en el Código Penal. En el caso de Lourdes Fernández, el fiscal caratuló el delito como privación ilegítima de la libertad, que es un delito de acción pública.
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En los delitos de acción pública, la denuncia puede ser realizada por la víctima o la justicia puede intervenir de oficio, sin necesidad de que la víctima se presente. Por esta razón, la madre de Lourdes pudo presentar la denuncia, aunque la joven no estuviera presente ni la ratificara.
Al no caratularse el hecho como violencia de género, la justicia pudo actuar de manera inmediata, iniciando el procedimiento policial y judicial. Si la causa hubiera sido estrictamente por violencia de género, Lourdes habría tenido que ratificar la denuncia, y de no hacerlo, el agresor podría haber quedado libre.

Es decir, en los casos de violencia de género cualquier persona puede realizar la denuncia, pero la víctima debe ratificarla para que avance. Una exigencia que, en muchos casos, termina funcionando como una traba más en lugar de una protección.
En resumen, la clasificación legal del delito permitió que la denuncia fuera válida desde el primer momento, incluso sin la ratificación de la víctima.


















