La confitería de CABA famosa por sus sándwiches de miga y elegida por la realeza: Lady Di y la reina Máxima probaron sus alfajores

La Confitería Bristol es uno de los grandes clásicos de Buenos Aires y un verdadero emblema de la tradición porteña. Con más de 90 años de historia, se consolidó como un lugar icónico que resistió al paso del tiempo gracias a la calidad y sabor únicos de sus delicias. Su presencia en la ciudad la convierte en un punto de encuentro indispensable, que sigue siendo un fiel reflejo del alma de Buenos Aires.
Fue fundada en el año 1931 por una pareja de españoles que se enamoró de la playa homónima marplatense y decidieron ponerle el nombre del popular balneario a su local. Desde entonces, supo mantener una calidad única en sus productos.

La panadería es conocida por su variedad de productos tradicionales, como las medialunas, los sándwiches de miga, las empanadas, las tortas y los alfajores, todos elaborados de manera artesanal. Además, su atención personalizada la hace destacar, ya que es atendida por su propio dueño, lo que transmite una sensación familiar.
Se dice que la reina Máxima de los Países Bajos probó los productos de la Confitería Bristol en Buenos Aires. Durante su tiempo viviendo en Argentina, como hija de la familia Zorreguieta, siempre estuvo en contacto con la cultura local, y se sabe que la confitería fue uno de sus lugares favoritos para disfrutar de los sabores tradicionales de la gastronomía argentina, como las medialunas.
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El atractivo principal, por el cual la puerta del local no para de abrirse en horas del mediodía, son los sandwiches de miga. Dentro de los más vistosos y más pedidos está el de queso azul con apio, jamón crudo y queso y los que la onda veggie trajo como el de queso con palta o con remolacha.

El de salame de Milán y queso y el de queso y huevo también están en la lista de los más vendidos. Vale la pena resaltar que, todos los sándwiches de miga son triples, tienen un gran tamaño y cuestan lo mismo, $ 2.000. Se distinguen de otros sándwiches similares porque en Bristol ofrecen dos grosores de pan: fino o más grueso. Para el quiere comer poca miga o para el que le gusta un poco más contundente.
Otro de sus grandes clásicos son los alfajores que vienen envueltos en papel blanco. Se trata de alfajores hechos con harina de mandioca con relleno de dulce de leche, que cuestan $ 2.000. Tienen una apariencia similar a los alfajores santafesinos, pero con una tapa más fina y suave y están recubiertos por glasé.

Se cuenta que estos alfajores llegaron a las manos de la princesa de Gales, Lady Di, y también los probó la reina Máxima de los Países Bajos, ya que su familia frecuenta la Confitería Bristol. Estos momentos refuerzan aún más el estatus de la panadería como un auténtico ícono de Buenos Aires, frecuentado tanto por figuras internacionales como por locales, que siguen eligiéndola como un lugar de tradición y excelencia.