Ideal para el invierno: la mejor receta de sopa de puerro y papa

El invierno es sinónimo de cenas con caldos y sopas simples, con mucho sabor y sobre todo, muy nutritivas para toda la familia. Algunas, más cremosas, combinan la textura y transforman una simple cena en toda una experiencia. Este es el caso de la sopa de puerro y papas.
Esta sopa puede servirse fría o caliente y sorprende por su aroma cálido y su irresistible sabor. Las féculas de la papa le otorgan una textura cremosa sin igual y los croutons, le aportan la parte crocante ideal que necesita para ser un plato llenador del invierno.

Esta receta es bastante simple con los ingredientes necesarios. Solo necesitarás una hora y un poco de paciencia, pero el resultado es absolutamente prometedor.
Receta de sopa de puerro y papas
Ingredientes (para 4 porciones):
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- 2 puerros grandes (solo la parte blanca y un poco del verde claro)
- 3 papas medianas
- 1 cebolla (opcional, pero suma sabor)
- 2 cucharadas de manteca (o aceite de oliva)
- 750 ml de caldo de verduras o pollo
- 200 ml de crema de leche (opcional, para un toque cremoso)
- Sal y pimienta a gusto
- Nuez moscada (opcional)
- Cebolla de verdeo o verde de puerro picado para decorar
Paso a paso:
Primero, lavá bien los puerros (suelen tener tierra entre las capas) y cortalos en rodajas finas. Pelá y cortá las papas en cubos pequeños. Si usás cebolla, picala fina.
En una olla grande, derretí la manteca o calentá el aceite. Agregá el puerro (y la cebolla si usás) y salteá a fuego medio-bajo durante 10 minutos, hasta que estén suaves pero sin dorar.

Sumá las papas a la olla, mezclá bien y cubrí con el caldo caliente. Tapá y dejá cocinar a fuego bajo unos 25 minutos, o hasta que las papas estén bien tiernas. Luego, retirá del fuego y procesá con una licuadora de mano (o convencional) hasta obtener una textura cremosa. Si preferís una sopa rústica, podés dejar algunos trocitos enteros.
Incorporá la crema y mezclá bien. Calentá un par de minutos más sin que hierva. Ajustá sal, pimienta y una pizca de nuez moscada si te gusta.
Serví caliente con un chorrito de aceite de oliva o un poco de cebolla de verdeo picado por arriba. También podés acompañarla con pan tostado o croutons.