No era por falta de alegría: el verdadero motivo por el que las personas no sonreían en las fotos antiguas

Aunque hoy nos resulta extraño, en el siglo XIX sonreír para una foto era poco común. Sin embargo, hay una razón detrás de esos rostros serios que pocos conocen.
El verdadero motivo por el que las personas no sonreían en las fotos antiguas.
El verdadero motivo por el que las personas no sonreían en las fotos antiguas. Foto: Unsplash.

Ver una foto del siglo XIX suele generar curiosidad. ¿Por qué todos parecen tan serios o melancólicos? A diferencia de las selfies actuales llenas de sonrisas, aquellas imágenes transmiten otra energía. Pero no era por falta de alegría.

¿Por qué la gente no sonreía en las fotos antiguas?

En realidad, la expresión seria respondía a cuestiones técnicas, sociales y culturales propias de la época. Las cámaras de entonces necesitaban varios minutos de exposición, por lo que las personas debían quedarse completamente quietas para evitar que la imagen saliera borrosa.

Mantener una sonrisa natural durante tanto tiempo era incómodo y difícil. Además, muchas veces terminaba viéndose forzada. Por eso, los fotógrafos recomendaban adoptar una expresión neutral o solemne, más fácil de sostener.

El verdadero motivo por el que las personas no sonreían en las fotos antiguas. Foto: Unsplash.

También influía el estilo heredado de la pintura clásica, donde la seriedad representaba elegancia, estatus y respeto. Las fotos eran consideradas un evento importante, casi ceremonial.

Por otro lado, culturalmente no era común mostrar los dientes en público. Sonreír ampliamente podía asociarse con falta de modales, imprudencia o incluso con estar bajo los efectos del alcohol. En las clases altas, además, era mal visto exponer la dentadura, especialmente en tiempos donde la salud bucal dejaba mucho que desear.

El historiador Nicholas Jeeves explica que, durante décadas, se pensó que reír en una fotografía era algo vulgar o ridículo. Incluso cuando las cámaras Kodak empezaron a capturar imágenes de forma instantánea, la costumbre del rostro serio persistió.

Con el avance de la tecnología, los tiempos de exposición se acortaron y la fotografía se volvió más accesible. Así, las personas empezaron a mostrarse de forma más relajada, natural y espontánea.

El verdadero motivo por el que las personas no sonreían en las fotos antiguas. Foto: Freepik.

También hubo un cambio de mentalidad: las emociones comenzaron a expresarse con más libertad y las sonrisas se volvieron parte de las fotos cotidianas. La imagen dejó de ser algo formal para convertirse en una forma de capturar lo auténtico.

Hoy sabemos que esa seriedad en los retratos antiguos no refleja tristeza, sino una forma distinta de entender el acto de posar. Reconocer ese contexto nos ayuda a entender como fue evolucionando el arte de la fotografía.