Qué es y cuáles son los daños del TPO, el químico que llevó a la prohibición de esmaltes semipermanentes en Europa

Un equipo de científicos comprobó que los dispositivos de secado de esmalte alteran funciones clave de la piel, como la producción de melanina. Piden regulaciones y mayor información para el público.
Qué es y cuáles son los daños del TPO.
Qué es y cuáles son los daños del TPO. Foto: Unsplash.

Desde el 1 de septiembre, la Unión Europea (UE) prohibió el uso de dos sustancias químicas fundamentales en muchos productos cosméticos, especialmente en los esmaltes y geles semipermanentes para uñas: TPO (Trimethylbenzoyl Diphenylphosphine Oxide) y DMTA (Dimetil-p-toluidina).

El motivo de la medida es que ambas sustancias fueron clasificadas como carcinógenas, mutagénicas o tóxicas para la reproducción (CMR), por lo que su presencia queda vetada en todos los países miembros de la UE.

¿Qué función tenían estas sustancias?

El TPO actuaba como fotoiniciador, es decir, permitía que los geles se endurecieran rápidamente bajo luz UV o LED, generando ese brillo intenso y larga duración tan característicos de los esmaltes semipermanentes. En cambio, el DMTA funcionaba como acelerador o activador de adhesivos, ayudando a que los productos se fijaran correctamente a la uña.

La Unión Europea (UE) prohibió el uso de dos sustancias químicas fundamentales. Foto: Unsplash.

Sin embargo, estudios recientes advierten que el TPO puede alterar el sistema endocrino, dañar el hígado y los riñones, e incluso causar mutaciones genéticas, aun en dosis bajas. Por esa razón, la UE dispuso que los productos que contengan estas sustancias sean retirados de inmediato tanto del mercado como de los salones de belleza.

Alternativas más seguras

Entre los compuestos que comenzaron a reemplazarlas se encuentran TPO-L (ethyl trimethylbenzoyl phenylphosphinate), BAPO (bis-trimethylbenzoyl phenylphosphine oxide) y hydroxycyclohexyl phenyl ketone, que ofrecen resultados similares sin los riesgos asociados.

El otro peligro: las lámparas para secar el esmalte semipermanente

Investigadores del CONICET encendieron una señal de alarma sobre un elemento habitual en prácticas de estética: las lámparas utilizadas para secar esmalte semipermanente.

Un estudio publicado recientemente en la revista científica Chemical Research in Toxicology reveló que la radiación emitida por estos dispositivos puede modificar moléculas esenciales de la piel, incluyendo la enzima que produce melanina, lo cual representa un riesgo potencial para la salud.

Manicura, uñas, cabina LED. Foto: Freepik.
Manicura, uñas, cabina LED. Foto: Freepik.

Las lámparas LED para uñas alteran moléculas de la piel, según el CONICET: los detalles

La investigación comenzó hace cuatro años, impulsada por una observación cotidiana. María Laura Dántola, investigadora del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP), notó la impecable apariencia de las uñas de sus alumnas universitarias.

Al consultarles cómo lograban mantenerlas así, descubrió que usaban esmalte semipermanente aplicado en casa, con lámparas LED. Lo hacían con frecuencia semanal y a máxima potencia para lograr un secado más rápido.

Este detalle fue el punto de partida para estudiar qué efectos tiene la radiación ultravioleta (UV) emitida por estas lámparas sobre las moléculas presentes en la piel. Según explicó la investigadora Mariana Serrano, coautora del estudio, aunque las lámparas modernas usan una luz LED UVA similar a la del espectro solar, también provocan daños.

Manicura, uñas. Foto: Pexels.
Manicura, uñas. Foto: Pexels.

“Los primeros dispositivos de este tipo utilizaban radiación de tipo UVA y luego fueron cambiando a luz LED UVA visible, la misma región del espectro solar que llega a la superficie terrestre", dijo.

“Si bien es cierto que aquellas lámparas eran mucho más perjudiciales, en nuestra investigación probamos que igualmente las modernas provocan modificaciones químicas en moléculas de la piel, que están poco investigadas y mucho menos se advierten en el manual de uso del producto, que es de venta libre y a un costo muy accesible”, agregó Serrano.

El equipo científico diseñó ensayos con moléculas naturales de la piel expuestas a un ciclo de cuatro minutos, duración habitual de una manicura. Observaron que en todos los casos se produjeron alteraciones funcionales.

Manicura, uñas. Foto: Pixabay.
Manicura, uñas. Foto: Pixabay.

“Tras una exposición de cuatro minutos, lo que dura un ciclo típico de manicura, observamos que todos los compuestos estudiados sufren modificaciones que conducen a una alteración de sus funciones biológicas”, explicó Serrano.

Uno de los efectos más críticos se dio sobre la tirosinasa, una enzima clave en la síntesis de melanina, el pigmento que protege la piel frente a la radiación solar. Al alterarse esa función, se pierde una defensa natural del organismo, abriendo la puerta a reacciones como fotoalergias, fototoxicidad, irritaciones e incluso cáncer de piel.

“Se trata de procesos que, de una u otra forma, derivan en la muerte celular. El ejemplo más claro en este caso es la acción que se produce sobre la tirosinasa, una de las enzimas que participan de la síntesis de melanina, el pigmento natural que da el color a la piel y el pelo y que nos protege de los efectos de la radiación del solar".

Manicura borgoña. Fuente: Pinterest
Manicura borgoña. Fuente: Pinterest

“Una vez que esa función se altera o desaparece, el cuerpo pierde esa protección natural, y de ahí todos los daños que se puedan producir”, explicó el investigador Gabriel Vignoni.

Los científicos alertan sobre la falta de regulaciones en la venta y uso de estos dispositivos, y sugieren que se informen sus riesgos en los manuales o envases. También recomiendan medidas preventivas para quienes los utilicen con frecuencia, como el uso de protector solar o guantes que cubran las zonas expuestas.