Una importante marca de bebidas alcohólicas se declaró en quiebra: los motivos detrás de esta decisión
La destilería solicitó protección bajo el Capítulo 11 en medio de la caída del consumo de alcohol, el impacto de los aranceles en las exportaciones y un contexto judicial adverso para su fundador, algo que refleja la delicada situación que atraviesa el sector de las bebidas.

La quiebra de A.M. Scott Distillery no hace más que reflejar la situación incómoda que atraviesa la industria de licores en los Estados Unidos.
La destilería, que contaba con operaciones en Dayton y Troy -en el estado de Ohio- solicitó voluntariamente protección judicial bajo el Capítulo 11, un mecanismo que permite reorganizar deudas y continuar funcionando mientras se redefine la estructura financiera.
El pasado 22 de diciembre de 2025 quedó oficializado el pedido ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Ohio, donde la propia empresa figura como “deudor en posesión”, según los datos difundidos por Bankruptcy Observer.

Los motivos tras la declaración de bancarrota de la histórica marca de licor
El principal factor tras esta decisión es el contexto general, que surge como uno de los principales factores detrás de esta decisión.
Es que en los últimos años el consumo de alcohol en Estados Unidos ha mostrado una merma sostenida. Según un informe de Gallup reveló que solo el 54% de los adultos afirma consumir bebidas alcohólicas, lo que significa el nivel más bajo registrado en casi 90 años.
Esta tendencia, según se plantea, está relacionada con una mayor preocupación por la salud y un cambio cultural que impacta de forma directa en las ventas de los destilados, incluso en segmentos que antes mostraban estabilidad.
También se suman las dificultades en el frente externo. Las exportaciones de bebidas espirituosas estadounidenses también se vieron afectadas por tensiones comerciales y la aplicación de aranceles en mercados clave.
En ese sentido, un reporte del Distilled Spirits Council of the United States (DISCUS) registró caídas en los envíos hacia Canadá, la Unión Europea, el Reino Unido y Japón.
En el caso específico de A.M. Scott Distillery, el panorama se tornó más complejo por problemas ajenos a la dinámica del mercado. Su fundador, Anthony Michael Scott, enfrenta un proceso judicial con cargos penales en el condado de Mercer.
La situación la informó Miami Valley Today, aunque no existe confirmación oficial de que este conflicto legal esté ligado directamente con la bancarrota de la empresa.
A.M. Scott Distillery fue fundada en 2022 en la ciudad de Troy y había logrado posicionarse rápidamente dentro del segmento de las bebidas espirituosas artesanales.
En 2023 lanzó su primera línea de productos con una propuesta orientada a precios accesibles, que incluía vodkas, gin y bourbons.

Por el momento, no se difundieron detalles sobre el monto total de la deuda, el valor de los activos ni la lista de acreedores. Mientras tanto, la empresa seguirá operando mientras avanza el proceso de reorganización judicial.
Su caso se suma a una lista cada vez más extensa de destilerías afectadas por la desaceleración del sector.
Entre las compañías que atravesaron procesos similares figuran Westward Whiskey, Boston Harbor Distillery, Devils River Distillery y JJ Pfister Distilling Co., entre otras.
















