"El gas pimienta es tóxico, produce problemas en los ojos, la piel y la respiración"

Inconvenientes oftalmológicos, dermatológicos y respiratorios. La palabra de un especialista sobre el uso de esta sustancia. "No es un arma para que lo usen chicos", afirma.

Por Canal26

Viernes 15 de Abril de 2011 - 00:00


En medio de la polémica por el uso del gas pimienta como medida preventiva ante los delitos, el doctor Carlos Díaz, oftalmólogo del Hospital Santa Lucía (MN 77095) habló con Canal 26 sobre los riesgos de su utilización.

¿Cuáles son las consecuencias del uso de gas pimienta?

El gas pimienta es una sustancia muy tóxica que tiene Capsaicina y que produce no sólo problemas oftalmológicos sino también dermatológicos y respiratorios cuando uno lo usa. En la parte oftalmológica, produce una conjuntivitis química de muchísima importancia que impide a la gente ver, parpadear. En la parte dermatológica, produce una irritación severa, en la piel laxa de los párpados. En la parte respiratoria causa dificultad, que es importante en los pacientes que tienen asma que puede ocasionar un broncoespasmo bastante importante. No es un arma para que lo usen chicos.

Cuando uno lo recibe, ¿debe ir inmediatamente al médico?

Sí, tiene que ir inmediatamente al médico. Para disminuir los riesgos hay que hacer una limpieza no sólo de la piel sino de los ojos. Hay que sacar la sustancia química con un aceite mineral, con un algodón, sin frotar y pasarlos por las partes blandas que es lo único que puede solucionar el tema. Y paños fríos.

Como una quemadura...

Exactamente, es una quemadura química.

¿Por qué se llama gas pimienta?

Porque tiene Capsaicina, que es una sustancia tóxica que se encuentra en unas plantas.

¿Si va a la boca que sucede?

Irradia sólo en el lugar dirigido. Lo que pasa es que después que uno está en contacto con la sustancia, automáticamente, uno con las manos se lo esparce en las zonas y donde uno toca produce una irritación.

¿Y el hecho de aspirar?

También, produce broncoespasmo y causa detención de la respiración, dificultad para respirar y unos episodios severos de tos. Limpiarlo con agua es peor, porque se esparce más. Hay que limpiarlo con algodón para sacarlo y después los paños fríos.