Suspendieron el paro de subtes, pero no se descartan nuevas medidas de fuerza

Según las categorías, los aumentos son de $ 500 (el sueldo llegaría a 1.500 pesos), $ 450 (1.350 pesos) y $ 400 (1.200 pesos). Los que no entraron en este acuerdo son los trabajadores de Metrovías tercerizados. 

Néstor Segovia, uno de los delegados, aclaró que el paro no fue lavantado, sino suspendido, como "una muestra de buena voluntad ante la convocatoria del Ministerio de Trabajo".

 Allí, tanto representantes sindicales como de la empresa Metrovías buscarán acercar posiciones con la mediación de la cartera laboral.

La empresa Metrovías reclamó al ministerio de Trabajo el dictado de la conciliación obligatoria o la declaración de "obligatoriedad" de prestar servicios mínimos para ofrecer "un cronograma de emergencia".

Lo confirmó la vocera de prensa de la firma consesionaria, Lucila Maldonado, quien señaló que la propuesta de aumento oportunamente elevada por Metrovías y rechazada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) representa un aumento acumulado del 52 % en el último año y debía comenzar a regir en enero.

Gremialistas del subterráneo habían anunciado ayer por la tarde tarde el paro en todas las líneas, a partir de las 15.30, para exigir un aumento de salarios.

Así lo anunciaron dirigentes sindicales frente a la delegación del Ministerio de Trabajo de la Avenida Callao al 100.

El delegado gremial, Roberto Pianelli, expresó que "nosotros quisiéramos que esto se resuelva lo antes posible" y agregó que ellos se veían en una "encrucijada".

El delegado Claudio Di Carbona ratificó la medida de fuerza y advirtió que integrantes de la Unión Tranviarios Automotor están negociando "en el Ministerio de Trabajo, pero no están participando los verdaderos representantes gremiales de los trabajadores".

En declaraciones a un canal de cable, el dirigente exigió "que se nos reciba y que se permita la presencia de los delegados del subte" para avanzar en las negociaciones sobre mejoras salariales para 2.300 trabajadores de ese servicio.

Durante el viernes pasado, los empleados habían decidido abrir un compás de espera hasta ayer tras una semana cargada de rumores sobre medidas de fuerza.

El pedido de los empleados es pasar a la órbita de la Unión Tranviaria Automotor, sindicato que engloba a los trabajadores boleteros y maquinistas, pero no, por ejemplo, a los agentes de seguridad que controlan las estaciones de los servicios.

Los empleados en conflicto pertenecen a una docena de empresas tercerizadas que se desempeñan en la red de subterráneos. Delegados de esas empresas mantuvieron el viernes una reunión en el Ministerio de Trabajo para intentar una mediación del Gobierno en el conflicto que, según denunciaron, se extiende desde hace ocho meses.

Al ser encuadrados en el convenio de la UTA se les elevaría el sueldo.

La semana pasada, la empresa Metrovías, concesionaria del servicio de subtes y Premetro, informó que, ante las versiones sobre posibles medidas de fuerza "los reclamos de empleados de empresas contratadas deben ser tratadas como corresponde con sus empresas empleadoras".

"Metrovias no tiene ninguna injerencia en las decisiones que toman las empresas que se contratan para realizar distintas tareas respecto a su personal", señaló el parte de la licenciataria.