Quién era Rubén Acuña Ustarroz, el hombre asesinado por Gastón Zárate, “El Perejil” del caso Nora Dalmasso

Rubén Ezequiel Acuña Ustarroz, de 37 años, murió de forma instantánea el sábado por la tarde luego de recibir un golpe letal en el cráneo con un hierro.
El trágico hecho ocurrió en el complejo deportivo “El Águila”, ubicado en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, y el agresor fue identificado como Gastón Zárate, un pintor conocido en la zona por haber estado vinculado al crimen de Nora Dalmasso en 2007, donde fue apodado “El Perejil”.

Cómo fue la muerte de Rubén Ezequiel Acuña Ustarroz
Según las primeras investigaciones, la discusión se inició durante un partido informal en el que participaban jugadores locales, entre ellos Zárate y sus hijos adolescentes.
La disputa, cuya causa exacta aún no fue esclarecida, escaló rápidamente. Testigos indicaron que la pelea salió del ámbito deportivo y se trasladó fuera del predio. Allí, Zárate habría encontrado un trozo de hierro y lo utilizó para agredir violentamente a Acuña Ustarroz, impactándolo en la cabeza.
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El fiscal Javier Di Santo, el mismo que en su momento investigó el crimen de Dalmasso, ordenó la detención inmediata de Zárate tras analizar los testimonios y las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del complejo.
Aunque aún se esperan los resultados oficiales de la autopsia, fuentes cercanas a la causa confirmaron que el hierro atravesó la bóveda craneana de la víctima, provocándole la muerte en el acto.
La noticia conmocionó a la comunidad de Río Cuarto. En diálogo con el canal El Doce, Beatriz, la madre adoptiva de Rubén, relató entre lágrimas que su hijo era una persona tranquila, dedicada al estudio y al trabajo.
“No fumaba, no tomaba, no salía. Su cable a tierra era el fútbol. Le faltaba una sola materia para recibirse de ingeniero electricista”, dijo con dolor. También mencionó que lo adoptó cuando era pequeño, tras ser abandonado por su madre biológica.

Sobre Zárate, Beatriz aseguró que había escuchado que “era muy violento, que siempre buscaba peleas”. Y cerró con una frase que resume su sufrimiento: “Ya no me lo van a devolver más”.
El caso ha generado una profunda indignación y reabre preguntas sobre la conducta violenta del detenido, cuya libertad tras el caso Dalmasso ya había generado polémica en su momento. Ahora, la justicia deberá determinar la responsabilidad de Zárate en este nuevo crimen.