Estuvo casi 9 años prófugo y fue detenido cuando salía de su casa en Parque Patricios: lo buscaban por abuso sexual

Un hombre fue detenido en Parque Patricios luego de permanecer prófugo desde 2016 por una causa de abuso sexual agravado. El hecho ocurrió el pasado 12 de agosto y se logró con la División Investigaciones Comunales 3 (DIC3) de la Policía de la Ciudad, que recibió el oficio judicial para establecer el domicilio actual y la detención del acusado.
En menos de dos semanas, los detectives lograron dar con el sujeto, a quien detuvieron cuando salía del edificio en el que vivía, en Alberti al 1800.

El imputado fue trasladado a la Comisaría Vecinal 3 B de la Policía de la Ciudad y puesto a disposición del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 18, presidido por el Dr. Domingo Luis Altieri, que solicitó la captura.
Se trata de una causa iniciada el 4 de noviembre de 2016 sobre abuso sexual agravado por haber mediado acceso carnal, que en su etapa instructora tramitó el Juzgado en lo Criminal y Correccional 5, por ante la Secretaría 110.
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Detuvieron a un hombre de 40 años en Mar del Plata en el marco de una investigación por explotación sexual de al menos tres mujeres, quienes eran sometidas a consumir drogas, sufrir agresiones físicas y ser tatuadas con las iniciales del acusado en sus zonas íntimas.
Según información del portal El Doce, el caso salió a la luz el 11 de julio, cuando una denuncia anónima al 911 alertó sobre la explotación de al menos tres mujeres, identificadas como C.A., L.P. y L. Durante un operativo policial, una joven de 23 años fue rescatada y el sospechoso quedó detenido.

Según la investigación, el hombre reclutaba a mujeres en situación de vulnerabilidad, las inducía al consumo de drogas y las obligaba a prostituirse. Para organizar los encuentros con clientes utilizaba la aplicación Telegram, y trasladaba a las víctimas en su camioneta Volkswagen Amarok a distintos hoteles y viviendas particulares de la ciudad.
Los testimonios de las mujeres revelaron prácticas de extrema violencia: cortes con armas blancas, quemaduras en las muñecas, pérdida de piezas dentales y la obligación de llevar tatuajes con las iniciales “F” o “FU” en la pelvis, la oreja y otras zonas sensibles del cuerpo, como marca de sometimiento.