Golpe a una importante banda narco: la llamativa justificación de la contabilidad del dinero de la venta de drogas
Integrantes del clan Villalba fueron interrogados tras importantes operativos que dejaron el secuestro de dinero y estupefacientes.

El clan Villalba era una banda narco que operaba en San Martín, que actualmente es investigada por la jueza federal de San Martín, Alicia Vence.
Un informe revelado por La Nación muestra la llamativa explicación que dio Daniel C. ante la justicia. Este hombre, según la jueza, está "vinculado con las actividades desplegadas por la empresa criminal conocida como el clan Villalba“. Puntualmente, su labor era la rendición de cuentas y contabilidad de lo recaudado en la venta de estupefacientes.

Sin embargo, su explicación fue otra: estaba encargado del control de la recaudación de una franquicia de kioscos 24 horas, aunque al iniciar con la labor notó que no podía hacerlo solo, por lo que convocó a su pareja y a otro familiar. Finalmente, este hombre recibió la prisión preventiva para él, además de sus dos colaboradores y otras cuatro personas.
Las acusaciones que pesan sobre ellos son las de tráfico de estupefacientes, agravado por haber intervenido tres o más personas organizadas para cometerlo y de la tenencia de armas y municiones de guerra y de uso civil.
La resolución de Vence menciona: “Con relación a los descargos efectuados por los imputados [en referencia a Daniel C. y sus dos máximos colaboradores] considero que el profuso cuadro cargoso reunido echa por tierra cualquier intento defensa que se podría ensayar, que sin duda alguna tenían por finalidad mejorar sus comprometidas situaciones procesales. Es que a esta altura, sin demasiado esfuerzo, puedo concluir que si bien fueron contestes sobre el trabajo que realizaban y la forma en que lo organizaban, lo cierto y concreto es que sus dichos son mendaces al señalar que llevaban adelante la contabilidad de un maxiquiosco. En ese sentido, Daniel C., quien dijo ser el responsable, no pudo indicar cuál sería la cadena de dicho rubro comercial y/o aportar el dato del contacto que poseía y de quien habría recibido instrucciones”.

Los sospechosos quedaron tras las rejas luego de allanamientos en noviembre. Allí se los halló con nueve kilos de cocaína, otros diez de marihuana, además de 100 dosis de tusi. En cuanto a dinero, se secuestraron US$ 490.000 y $14.683.500. Además, se encontraron dos chalecos antibalas, un chaleco policial táctico, cinco pistolas, tres revólveres y municiones.
Cuando se realizó el allanamiento, se descubrió que el dinero era almacenado en falsos desagües pluviales.
Parte de la investigación comenzó en abril, cuando se detectó una transferencia por parte de Daniel C. con destino a un agente que trabajaba en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal (SPF) de Rawson, donde estaba el líder del clan Villalba. Ese dinero tenía un fin: que se ingresen chips y celulares, entre otras cosas, para Mameluco Villalba.
Los allanamientos mencionados previamente se realizaron luego de que se hayan detectado dos autos que intercambiaban bolsas con dinero en el centro de San Martín. Allí había paquetes de dinero que tenían las leyendas “fina”, “jama”, “tusi” y “Curita”, en una referencia a la recaudación de cada droga.
Los investigadores consideraron que “fina” era cocaína", mientras que “jama” marihuana. Además, “Curita” tenía que ver con el asentamiento en el que operaba la banda narcotraficante.
















