Viajar bajo las estrellas: los destinos imperdibles para descubrir el nocturismo, la tendencia que no para de crecer

Desde travesías debajo de cielos estrellados hasta excursiones que revelan la vida silvestre nocturna, el abanico de propuestas se amplía año tras año.
Viajar de noche. Foto Pexels
Viajar de noche. Foto Pexels

Lejos de las clásicas rutas turísticas, cada vez más viajeros eligen vivir el mundo desde otra perspectiva: la que ofrece la noche. El nocturismo, una tendencia en auge, está ganando protagonismo como una forma distinta y emocionante de explorar destinos, conectarse con la naturaleza y descubrir rincones bajo la luz de las estrellas.

Este fenómeno responde a una necesidad creciente: la búsqueda de experiencias únicas, más personales y alejadas del turismo masivo. Desde travesías bajo cielos estrellados hasta excursiones que revelan la vida silvestre nocturna, el abanico de propuestas se amplía año tras año.

Viajar de noche. Foto Freepik
Viajar de noche. Foto Freepik

El cielo como destino: observación de estrellas y auroras

Una de las propuestas más fascinantes que ofrece el turismo nocturno es la posibilidad de contemplar cielos despejados, libres de contaminación lumínica. En lugares como el desierto de Atacama (Chile), el Outback australiano o Namibia, el firmamento se vuelve un espectáculo por sí solo. La creación de reservas naturales de cielo oscuro, como el santuario Tāhuna Glenorchy en Nueva Zelanda, busca justamente preservar esa experiencia astronómica.

Aurora boreal; Suiza. Foto: EFE.
Aurora boreal; Suiza. Foto: EFE.

Por otro lado, las auroras boreales se convirtieron en un imán para los viajeros nocturnos. En regiones del norte como Tromsø, Noruega, miles de personas se dan cita cada año para presenciar este fenómeno natural. Con el aumento de la actividad solar previsto para 2024 y 2025, el espectáculo de luces promete ser aún más intenso, lo que ya se refleja en la creciente oferta de vuelos y excursiones hacia el Ártico.

Aventuras nocturnas en tierra y agua

El contacto con la fauna salvaje durante la noche es otro de los grandes atractivos del nocturismo. Los safaris nocturnos, por ejemplo, permiten ver especies que no suelen mostrarse durante el día. Se estima que el 70% de los mamíferos africanos son nocturnos, por lo que experiencias en lugares como Sudáfrica o Madagascar permiten avistar animales poco comunes, como el aardvark o el aardwolf. También se destacan las caminatas nocturnas organizadas en países como Finlandia para observar osos en su hábitat natural.

Safari. Unsplash.
Safari. Unsplash.

Pero la noche también transforma el mundo acuático. Actividades como el buceo nocturno ganaron popularidad por ofrecer una visión completamente distinta del mar. En destinos como Bonaire (Caribe) o Anilao (Filipinas), los buceadores pueden apreciar la biofluorescencia de los corales y peces bajo luz ultravioleta, generando una escena casi mágica. En paralelo, lugares como las islas Maldivas o la bahía de Vieques en Puerto Rico sorprenden con la bioluminiscencia natural del agua, un fenómeno provocado por organismos marinos que iluminan la orilla.

Un fenómeno en expansión

El interés por este tipo de actividades viene creciendo de manera sostenida. Según una encuesta de Booking.com realizada en 2024 en 33 países, más del 60% de los viajeros manifestó su interés en vivir experiencias nocturnas como caminatas al anochecer, observación de estrellas o recorridos urbanos tras la caída del sol.

Lluvia de estrellas. Foto: Unsplash.
Lluvia de estrellas. Foto: Unsplash.

Esta preferencia se acentúa entre los viajeros jóvenes, que buscan propuestas diferentes a las tradicionales salidas nocturnas a bares o fiestas. El nocturismo se presenta, entonces, como una forma más introspectiva, sensorial y natural de conectar con los destinos.