Más allá del fútbol: curiosidades sobre Argelia, la potencia africana que se cruza con la Scaloneta en el Mundial 2026
Mientras la Selección Argentina se prepara para disputar el próximo Mundial, su rival del grupo J invita a descubrir un país lleno de contrastes: extenso como pocos, ligeramente poblado, rico en historia y con un presente atravesado por los hidrocarburos. Conocé algunos datos que lo hacen fascinante.
El sorteo del Mundial 2026 dictó sentencia y Argentina ya conoce a uno de sus rivales de la fase de grupos: Argelia. Si bien en términos futbolísticos se los conoce como los “Fennecs” (los Zorros del Desierto), el país que hay detrás de la camiseta verde y blanca es una potencia geopolítica llena de complejidades, historia sangrienta y riquezas naturales.
Argelia no es un rival más. Es el país más grande de África y el décimo del mundo, una inmensidad territorial donde el 90% del suelo está dominado por la arena y el Desierto del Sahara. Sin embargo, paradójicamente, el espíritu de la ciudad está en el 10% restante: una franja costera mediterránea donde se ubica Argel, su capital, conocida como “La Blanca” por la cascada de edificios encalados que miran al mar.
Argelia y un carácter forjado en la resistencia
Para entender el espíritu de los jugadores argelinos, hay que mirar su historia. No es un país que se tome la identidad a la ligera. Su himno nacional, Kassaman (El Juramento), es quizás el único en el mundo que menciona explícitamente a otra nación para desafiarla.
Adoptado tras su independencia en 1962, la letra es una promesa de ajuste de cuentas contra Francia, su antiguo colonizador, tras una brutal guerra de emancipación que costó cientos de miles de vidas.
Ese orgullo nacionalista convive con una identidad compleja. Aunque el árabe es la lengua oficial y el islam la religión dominante, una parte significativa de la población se identifica como amazigh (bereber), los habitantes originales del norte de África, quienes lucharon durante décadas para que su lengua y cultura sean reconocidas frente a la arabización del estado.
El dueño de la energía y de algunos récords climáticos
Económicamente, Argelia es una superpotencia energética: posee la décima reserva de gas natural del mundo y es el sexto mayor exportador. Esto genera distorsiones curiosas para el visitante occidental. Mientras que en gran parte del mundo el combustible es un lujo, en Argelia llenar el tanque es sumamente barato: unos 0.35 USD el litro. En 2025, registraba la séptima gasolina más barata del planeta.
Sin embargo, esta riqueza de hidrocarburos presenta la clásica paradoja de los recursos: aunque el Estado tiene una deuda externa insignificante y grandes ingresos macroeconómicos, una parte importante de la población sigue viviendo con lo justo, y el desempleo juvenil es un desafío constante que a menudo impulsa la migración.
Si los hinchas argentinos deciden viajar a conocer la tierra de su rival, se encontrarán con un patrimonio monumental. Argelia cuenta con siete sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Entre ellos destaca Timgad, una ciudad romana tan perfectamente conservada en medio del desierto que a menudo se la llama la “Pompeya de África”, y la laberíntica Casbah de Argel, escenario de batallas históricas y películas de culto.
Además, el país ostenta récords arquitectónicos modernos: la Gran Mezquita de Argel (Djamaa el Djazaïr) tiene el minarete más alto del mundo, una torre de 270 metros que vigila la bahía.
Pero cuidado con el clima. Aunque curiosamente Argelia no es el país con el promedio más alto de temperatura (ese récord lo tienen naciones como Burkina Faso o Malí), sus picos son infernales. En 2024, se registraron sensaciones térmicas cercanas a los 59°C en el corazón del desierto.
El dato futbolero: la sombra del Mundial 1982
En lo estrictamente deportivo, Argelia llega al Mundial 2026 buscando revancha histórica. Su historia en los mundiales está marcada por el “Pacto de Gijón” en el Mundial de España 1982, cuando Alemania y Austria arreglaron un resultado para eliminar a una Argelia que había sorprendido al mundo ganándole a los alemanes.
El Grupo 2 lo integraban Alemania Federal, Austria, Argelia y Chile. En el debut, los africanos dieron la sorpresa y se impusieron 2-1 sobre los germanos, mientras que los austríacos vencieron 1-0 a los sudamericanos.
Para el segundo partido, Alemania goleó 4-1 a Chile y Austria ganó 2-0 contra Argelia. En la última fecha (un partido y otro se jugaban con un día de diferencia) Argelia venció 3-2 a Chile quedando con chances de clasificar mientras no ganara Alemania.
Si Alemania ganaba por 1 o 2 goles, ambos equipos europeos clasificaban, dejando fuera a Argelia. Fue finalmente lo que sucedió: ganó 1 a 0 gracias al gol de Horst Hrubesch a los 10 minutos y el resto del partido hubo un pacto de no agresión, sin jugadas de riesgo, sin faltas y sin emoción. Para el mundial siguiente, en 1986, la FIFA determinó que las últimas fechas se jugarían al mismo tiempo.
Actualmente, con una mezcla de talento formado en academias francesas y en el norte de África, Argelia se planta frente a la Scaloneta no solo como un equipo de fútbol más, sino como el representante de una nación que sabe de resistencia, calor extremo y orgullo revolucionario.
Cinco curiosidades rápidas de Argelia
- Animal nacional: el Fennec, un zorro pequeño de orejas enormes adaptado al desierto, da el apodo a la selección.
- Fronteras: comparte una frontera cerrada y tensa con Marruecos, pero recientemente abrió pasos comerciales con Mauritania para conectar Tinduf con el resto de África Occidental.
- Famosos reconocidos: el escritor y premio Nobel Albert Camus nació en Argelia durante la ocupación francesa.
- Moneda: el Dinar Argelino. El cambio suele ser muy favorable para los turistas extranjeros en el mercado paralelo.
- Dátiles: se considera que producen los mejores dátiles del mundo, la variedad Deglet Nour (“Dedos de luz”).