Mersu: los ingredientes y la receta para hacer el postre más antiguo del mundo

En el universo de la gastronomía, hay platos que trascienden el tiempo, conectándonos con nuestras raíces más profundas. Por ejemplo, el mersu, considerado el postre más antiguo del mundo y que data de la antigua Mesopotamia.
El mersu tiene sus raíces en la antigua Mesopotamia, una región situada entre los ríos Tigris y Éufrates, donde actualmente se encuentra Irak. Además de criar animales y cultivar granos, los mesopotámicos también desarrollaron técnicas culinarias para su época.
El mersu aparece mencionado en tablillas de arcilla que datan del período babilónico. Según los textos, este postre se preparaba con ingredientes básicos, pero simbólicos: dátiles, harina, mantequilla clarificada (similar al ghee), miel y pistachos.

Los dátiles son ricos en azúcares naturales como la glucosa y fructosa, lo que los convierte en un endulzante ideal en una época en la que el azúcar refinado no existía. Además, son una fuente de fibra, potasio y antioxidantes, lo que los hace energéticos y nutritivos.
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El significado especial del mersu
Se cree que este postre se ofrecía en ceremonias religiosas y festividades, como un símbolo de abundancia y prosperidad. Los dátiles, uno de sus ingredientes principales, eran considerados un regalo de los dioses debido a su dulzura y valor nutricional, mientras que los pistachos, representaban la riqueza de la tierra.
Si bien hoy en día asociamos los postres con el final de una comida, en aquella época, los dulces eran un lujo reservado para ocasiones especiales. Preparar un mersu requería tiempo y recursos, convirtiéndolo en un manjar digno de reyes y sacerdotes.
La receta del mersu
Ingredientes:
200 gramos de dátiles deshuesados.
100 gramos de harina de trigo (puedes usar harina integral para un toque más rústico).
50 gramos de mantequilla clarificada (o ghee).
3 cucharadas de miel.
Un puñado de pistachos pelados y picados.
Una pizca de canela (opcional).

Preparación:
- Si los dátiles están secos, remójalos en agua tibia durante 15 minutos para ablandarlos. Luego, tritúralos con un tenedor o en un procesador de alimentos hasta obtener una pasta gruesa.
- En una sartén a fuego medio, tuesta la harina hasta que adquiera un color dorado y un aroma a nuez. Este paso es crucial para darle profundidad al sabor del mersu.
- En un bol, combina la pasta de dátiles con la harina tostada. Añade la mantequilla clarificada y la miel, y mezcla hasta obtener una masa homogénea. Si deseas, agrega una pizca de canela para darle un toque aromático.
- Agrega la mayoría de los pistachos picados a la masa y mezcla bien.
- Toma porciones de la masa y dales forma de bolitas o pequeñas tortas. Espolvorea o presiona ligeramente los pistachos reservados sobre la superficie para decorar.
- El mersu está listo para disfrutar. Puedes servirlo como postre o como un dulce acompañamiento para el té o el café.