Paso a paso para la torta matera con nueces ideal para la merienda

Esta receta es fácil y rápida, perfecta para acompañar el mate, el café o un té y quedar como un verdadero rey de la pastelería.
Bizcochuelo, comida, dulce. Foto: Unsplash
Bizcochuelo, comida, dulce. Foto: Unsplash

Para una juntada con amigos o un domingo familiar, las recetas fáciles y ricas nos permiten disfrutar sin gastar de más. La opción más viable, siempre será un bizcochuelo, ya que es el gran comodín de las tardes de mate y café.

Bizcochuelo de nueces Foto: Pinterest

Reúne todo lo mejor de la cocina casera pero con un toque de color: una torta matera con nueces, que se prepara en pocos pasos y se disfruta al máximo, especialmente si está recién salida del horno.

Su textura esponjosa, su sabor delicado y el toque crocante de las nueces hacen de esta receta una joyita ideal que se llevará todos los elogios de la mesa. Lo mejor de todo, es que no necesitás ser un experto en repostería para lograr un resultado espectacular. ¡Manos a la obra!

Bizcochuelo de nueces Foto: Pinterest

Cómo hacer la mejor torta de nueces para la merienda

Ingredientes que vas a necesitar:

  • 150 g de azúcar
  • 3 huevos
  • 180 cc de leche
  • 150 cc de aceite
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 330 g de harina leudante
  • 100 g de nueces

Paso a paso:

Precalentá el horno a 180°C y engrasá un molde. En un bowl grande, batí los huevos con el azúcar hasta que se integren bien.

Luego, agregale el aceite en forma de hilo, sin dejar de batir. Sumá un mini chorrito de esencia de vainilla, e incorporá la leche intercalando con la harina leudante.

Enhariná ligeramente las nueces antes de agregarlas a la mezcla, así evitás que se vayan al fondo. Verté la preparación en el molde, espolvoreá con un poco de azúcar por encima y llevá al horno durante 45 minutos o hasta que al insertar un palillo salga seco.

Bizcochuelo de nueces Foto: Pinterest

El resultado es una torta dorada, suave y con ese aroma irresistible que invade toda la casa. Ideal para compartir, perfecta para guardar en el recetario familiar y, sobre todo, una excusa más que válida para poner la pava y disfrutar de una tarde sin apuros.