Cómo curar un mate de calabaza de forma correcta: qué hacer para evitar el error que arruina el sabor

Curar correctamente un mate de calabaza requiere seguir algunos pasos fundamentales, desde la selección de la yerba hasta la inspección del interior del recipiente, para garantizar que no transfiera sabores indeseados ni restos orgánicos.
Uno de los errores más frecuentes es usar yerba nueva o directamente omitir el curado. En la tradición matera, la yerba previamente infusionada cumple un rol clave: limpia la superficie interna del mate, ayuda a sellar sus poros y evita que la bebida adquiera sabores extraños.
Por qué curar el mate con yerba usada
Tanto los mates de calabaza como los de madera poseen materiales porosos que pueden retener olores, humedad y residuos orgánicos, lo que favorece la aparición de hongos si no se curan correctamente, según explica el Instituto Nacional de la Yerba Mate en su sitio Yerba Mate Argentina. Al utilizar yerba ya infusionada, se reduce la transferencia de sabores extraños y se protege la bebida.

Además, la yerba usada ha perdido parte de su intensidad y color, lo que permite que absorba los residuos del mate sin afectar el sabor de la infusión posterior. De este modo, cumple una doble función: limpiar las paredes internas y contribuir al acondicionamiento sensorial del recipiente.
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Mantener la yerba húmeda durante varias horas, agregando agua tibia si es necesario, ayuda a que el proceso sea gradual y evita la proliferación de microorganismos.
Cómo saber cuándo el mate está curado
El curado efectivo se logra tras repetir varias veces el ciclo de llenar el mate con yerba húmeda y agua caliente, dejando reposar entre 12 y 24 horas por cada ronda. Generalmente, se recomiendan entre dos y cuatro ciclos.
Una vez finalizado, el interior debe presentar un color uniforme y ya no debe desprender olores fuertes ni mostrar restos visibles de hollejo. Raspar suavemente con una cuchara ayuda a retirar los excedentes sin dañar la calabaza.

En los mates de madera, además, se aplica un tratamiento inicial con aceites o manteca durante 24 horas antes de comenzar con la yerba húmeda. El recipiente estará listo cuando la superficie deje de estar aceitada, el olor a madera cruda disminuya y la yerba no adquiera sabores extraños.
Cómo prevenir la aparición de hongos
Para evitar hongos, es fundamental que el mate permanezca seco entre usos. Después de cada cebada, se deben retirar todos los restos de yerba, enjuagar con agua caliente y dejar airear completamente.
No se recomienda exponerlo al sol ni a fuentes de calor directo, ni guardarlo en lugares cerrados sin ventilación. El uso frecuente también ayuda a mantenerlo en buen estado, mientras que los mates almacenados por mucho tiempo tienen más riesgo de deterioro.

Limpieza correcta del mate de calabaza
Tras cada uso, se debe vaciar el mate y enjuagar únicamente con agua caliente, evitando detergentes o químicos que puedan alterar el sabor. Durante el curado, es recomendable remover el hollejo adherido a las paredes internas con una cuchara, raspando suavemente para no dañar la calabaza.
El secado es un paso clave: dejar el mate boca abajo en un lugar aireado y protegido de la luz solar o fuentes de calor evita grietas y conserva las propiedades del material. Nunca se debe guardar húmedo o tapado, ya que esto favorece la aparición de hongos y malos olores.